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Nutrición y prevención en úlceras por presión o escaras por decúbito

Las úlceras de decúbito o úlceras por presión (también llamadas escaras), son lesiones de partes blandas que implican daño en la piel y tejidos más profundos que suceden generalmente por la presión de los mismos sobre prominencias óseas, sobre todo al permanecer tumbado o sentado. Por ello son más frecuentes en la zona de la cadera, pero también suceden en talones, codos, espalda, etc. Aunque suceden principalmente por presión, también pueden ser causadas por fricción y otras fuerzas en los tejidos que destruyan capilares, provocando isquemia y muerte celular.

Las úlceras por presión son una lesión frecuente en el anciano, en personas encamadas y en personas con movilidad reducida por distintas causas (lesionado medular, etc). El bajo peso corporal es un factor de riesgo importante además de la edad, mientras que cierto tejido adiposo es protector (1). Los problemas de vascularización también son factores de riesgo, como la diabetes que dificulta el trofismo tisular. Las úlceras por presión pueden afectar muy negativamente a la calidad de vida de las personas que las sufren, pero también a los cuidadores. Por ello es importante entenderlas, prevenirlas, y actuar cuanto antes si se detectan cambios en las cualidades tisulares. Además, estas lesiones pueden progresar y agravarse, estando asociadas a decenas de miles de muertes cada año por complicaciones relacionadas (2). Las úlceras por presión pueden salir en cualquier zona que esté mucho tiempo apoyada contra la superficie de una cama, silla, etc, Las zonas más frecuentes son:

· Cintura pélvica (sacro, coccix, cadera)
· Talones y tobillos
· Rodillas
· Codos
· Omóplatos
· Cabeza (occipucio...)



Cuidados generales

· La inspección de la piel es clave. Cuando hay señales de coloración o cambios en la textura en las zonas clave, es posible que se está produciendo daño a los tejidos. Idealmente debe actuarse con cuidados antes de que pueda surgir una úlcera.

· Debe cuidarse la higiene de la piel, dado que la exposición de la misma a fluidos corporales (sudor, pérdidas, etc) puede favorecer el daño tisular. Debe prevenirse la sudoración prestando atención a la ropa de la persona, materiales de cama, etc. Debe limpiarse la piel si existen episodios de pérdidas de fluidos, y adicionalmente debe mantenerse la piel hidratada aplicando algún producto hidratante y de cuidado de la piel.

· El encamamiento o sedestación prolongada son factores directos de las úlceras por presión. El aspecto más importante para la prevención es minimizar el impacto sobre el área comprometida, y redistribuir las presiones de los tejidos. Esto debe lograrse con distintas medidas, en primer lugar, intentando minimizar la inmovilización en la medida de las posibilidades (por ejemplo, es problemático para la zona pélvica pasar 8 horas en la cama y 16 horas sentado). En segundo lugar deben revisarse las superficies donde la persona descansa y comprar material adecuado.

· Una revisión Cochrane muestra evidencia en favor de colchones de alta densidad que distribuyen presiones respecto al material de cama convencional usado en hospitales (3). Debido a la calidad de los estudios no puede extraerse evidencia más específica, por ejemplo respecto a la superioridad de unos materiales concretos sobre otros (espuma de alta densidad, superficies alternantes por aire, etc). Igualmente deben priorizarse cojines que redistribuyan las presiones, adaptándolos individualmente al caso.

· Probablemente hacer masajes suaves mejore la circulación y prevenga el desarrollo de úlceras. Sin embargo, a nivel de tratamiento no se han realizado estudios adecuados, y siempre ha estado la controversia sobre si las áreas afectadas pueden desarrollar problemas adicionales al realizar masajes (4,5). No obstante, incluso atendiendo esta preocupación siempre sería posible masajear suavemente la parte circundante al área afectada.



· Es posible que un dispositivo portátil de electroestimulación pudiera favorecer la regeneración de tejidos, aplicado en la piel alrededor de la zona afectada. Una revisión Cochrane muestra cierta evidencia, aunque los estudios no son de una calidad suficientemente buena como para realizar una recomendación firme (6). Alrededor de unos 50 euros podemos encontrar no obstante un dispositivo suficiente para este propósito.

Aspectos nutricionales

Respecto a la nutrición, los estudios han investigado en particular proteínas y aminoácidos, en distintas combinaciones. Ciertos complementos específicos pueden mejorar la regeneración de tejidos, y probablemente una parte del efecto de estos suplementos basados en aminoácidos dependen del estado nutricional de partida de la persona. Un peor estado nutricional de base, en particular proteico, debería traducirse en mayor beneficio de un suplemento de aminoácidos o un aumento de proteína. Adicionalmente, los tejidos necesitan estar bien hidratados, por tanto es posible que una disminución de la hidratación sea un factor adicional a tener en cuenta.

Entre los distintos estudios encontramos mezclas de arginina, zinc, y vitamina C, así como un mayor aporte de proteínas (7,8). Algunos estudios sugieren que 4.5 gr del aminoácido arginina pueden ser suficientes (9). Igualmente se han encontrado beneficios con el aminoácido ornitina alfa-cetoglutarato (10). Existe evidencia adicionalmente sobre el uso de estos complementos para la reparación de heridas crónicas y difíciles, habiéndose probado otros aminoácidos como prolina (11), glutamina (12) y un suplemento de hidrolizado de colágeno (13).



Los cuidadores deben tener en cuenta por tanto la ingesta proteica y la hidratación de la persona en primer lugar. Es posible que la combinación de mecanismos pueda ser más relevante que lo que muestran los estudios, por lo que debe considerarse una suplementación conjunta que favorezca la síntesis de prolina y colágeno, aportar aminoácidos para la epitelización, etc. La nutrición puede actuar por mecanismos relacionados con el balance de nitrógeno de la ingesta proteica, pero también por otros mecanismos adicionales, por ejemplo aumentando la expresión de óxido nítrico y la síntesis de prolina y colágeno (los aminoácidos arginina, citrulina, vitamina C), y promoviendo la epitelización mediante la expresión de fibroblastos y otros elementos tróficos (hidrolizado de colágeno).

A pesar de que afectan a millones de personas, muchos aspectos importantes permanecen poco estudiados porque no hay incentivo económico cuando un producto no es farmacológico. Cuando el tejido finalmente se ulcera, la infección retrasa la cicatrización del tejido, por tanto debe valorarse adecuadamente y tratarse.

(1) Alipoor E, Mehrdadi P, Yaseri M, Hosseinzadeh-Attar MJ. Association of overweight and obesity with the prevalence and incidence of pressure ulcers: A systematic review and meta-analysis. Clin Nutr. 2021 Sep;40(9):5089-5098. doi: 10.1016/j.clnu.2021.08.006

(2) Redelings MD, Lee NE, Sorvillo F. Pressure ulcers: more lethal than we thought? Adv Skin Wound Care. 2005 Sep;18(7):367-72. doi: 10.1097/00129334-200509000-00010

(3) McInnes E, Jammali-Blasi A, Bell-Syer SE, Dumville JC, Middleton V, Cullum N. Support surfaces for pressure ulcer prevention. Cochrane Database Syst Rev. 2015 Sep 3;2015(9):CD001735. doi: 10.1002/14651858.CD001735.pub5

(4) Duimel-Peeters IG, Halfens RJ, Berger MP, Snoeckx LH. The effects of massage as a method to prevent pressure ulcers. A review of the literature. Ostomy Wound Manage. 2005 Apr;51(4):70-80

(5) Zhang Q, Sun Z, Yue J. Massage therapy for preventing pressure ulcers. Cochrane Database Syst Rev. 2015 Jun 17;(6):CD010518. doi: 10.1002/14651858.CD010518.pub2

(6) Arora M, Harvey LA, Glinsky JV, Nier L, Lavrencic L, Kifley A, Cameron ID. Electrical stimulation for treating pressure ulcers. Cochrane Database Syst Rev. 2020 Jan 22;1(1):CD012196. doi: 10.1002/14651858.CD012196.pub2

(7) Cereda E, Klersy C, Serioli M, Crespi A, D'Andrea F; OligoElement Sore Trial Study Group. A nutritional formula enriched with arginine, zinc, and antioxidants for the healing of pressure ulcers: a randomized trial. Ann Intern Med. 2015 Feb 3;162(3):167-74. doi: 10.7326/M14-0696. Erratum in: Ann Intern Med. 2015 Dec 15;163(12):964

(8) Cereda E, Gini A, Pedrolli C, Vanotti A. Disease-specific, versus standard, nutritional support for the treatment of pressure ulcers in institutionalized older adults: a randomized controlled trial. J Am Geriatr Soc. 2009 Aug;57(8):1395-402. doi: 10.1111/j.1532-5415.2009.02351.x

(9) Leigh B, Desneves K, Rafferty J, Pearce L, King S, Woodward MC, Brown D, Martin R, Crowe TC. The effect of different doses of an arginine-containing supplement on the healing of pressure ulcers. J Wound Care. 2012 Mar;21(3):150-6. doi: 10.12968/jowc.2012.21.3.150

(10) Meaume S, Kerihuel JC, Constans T, Teot L, Lerebours E, Kern J, Bourdel Marchasson I. Efficacy and safety of ornithine alpha-ketoglutarate in heel pressure ulcers in elderly patients: results of a randomized controlled trial. J Nutr Health Aging. 2009 Aug;13(7):623-30. doi: 10.1007/s12603-009-0173-z

(11) Mehl AA, Damião AO, Viana SD, Andretta CP. Hard-to-heal wounds: a randomised trial of an oral proline-containing supplement to aid repair. J Wound Care. 2021 Jan 2;30(1):26-31. doi: 10.12968/jowc.2021.30.1.26

(12) Arribas-López E, Zand N, Ojo O, Snowden MJ, Kochhar T. The Effect of Amino Acids on Wound Healing: A Systematic Review and Meta-Analysis on Arginine and Glutamine. Nutrients. 2021 Jul 22;13(8):2498. doi: 10.3390/nu13082498

(13) Sugihara F, Inoue N, Venkateswarathirukumara S. Ingestion of bioactive collagen hydrolysates enhanced pressure ulcer healing in a randomized double-blind placebo-controlled clinical study. Sci Rep. 2018 Jul 30;8(1):11403. doi: 10.1038/s41598-018-29831-7


Citar como: Bordallo. A. Nutrición y prevención en úlceras por presión o escaras por decúbito. ICNS. Accesible en https://www.icns.es/nutricion-ulceras-por-presion-escaras-decubito

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