Medicina
La regularidad del sueño puede ser más importante para la salud que la duración del mismo
Dormir menos de siete horas y más de nueve horas se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades y mayor mortalidad. Sin embargo, se ha encontrado que la regularidad en los horarios de sueño-vigilia diarios podría ser un predictor más significativo para la mortalidad que la duración del sueño.
Un estudio reciente (Windred et al., 2024) examinó la relación de la regularidad del sueño con el riesgo de mortalidad por todas las causas, así como mortalidad por causas cardiometabólicas y mortalidad por cáncer. Entre 2006 y 2010, se tomaron registros de más de 60.000 participantes del Biobanco del Reino Unido. Los datos de actividad y descanso, duración media del sueño y regularidad del mismo se recopilaron durante 7 días en condiciones de vida normal entre 2013 y 2016 mediante un sensor electrónico de registro, clasificando la consistencia diaria en los patrones de sueño, la variabilidad en el momento de inicio y finalización del sueño, fragmentación y siestas. Los datos de mortalidad se extrajeron entre 2013 y 2021 de registros de salud en Inglaterra y Escocia.
El análisis de actigrafía mostró que una mayor regularidad del sueño se asoció con una menor mortalidad por todas las causas, por cáncer y por problemas cardiovasculares en comparación con patrones de sueño más irregulares. La irregularidad en los patrones de sueño conlleva una desincronización circadiana respecto a los estímulos ambientales, lo cual puede producir problemas cardiometabólicos, envejecimiento epigenético, alteraciones en el estado de ánimo, etc, que se traducen en una mayor mortalidad.
En conclusión, estos hallazgos indican que la regularidad del sueño es un predictor más fuerte y directo de la mortalidad que la duración del sueño. Tanto la regularidad como la duración del sueño pueden influir en la alteracion de los ritmos circadianos centrales y periféricos, con efectos amplios sobre el metabolismo y el desarrollo de diversas patologías. Basándose en estos resultados, establecer patrones regulares de sueño podría ser una estrategia terapéutica sencilla de implementar, con potencial para prevenir problemas de salud a largo plazo.
Un estudio reciente (Windred et al., 2024) examinó la relación de la regularidad del sueño con el riesgo de mortalidad por todas las causas, así como mortalidad por causas cardiometabólicas y mortalidad por cáncer. Entre 2006 y 2010, se tomaron registros de más de 60.000 participantes del Biobanco del Reino Unido. Los datos de actividad y descanso, duración media del sueño y regularidad del mismo se recopilaron durante 7 días en condiciones de vida normal entre 2013 y 2016 mediante un sensor electrónico de registro, clasificando la consistencia diaria en los patrones de sueño, la variabilidad en el momento de inicio y finalización del sueño, fragmentación y siestas. Los datos de mortalidad se extrajeron entre 2013 y 2021 de registros de salud en Inglaterra y Escocia.
El análisis de actigrafía mostró que una mayor regularidad del sueño se asoció con una menor mortalidad por todas las causas, por cáncer y por problemas cardiovasculares en comparación con patrones de sueño más irregulares. La irregularidad en los patrones de sueño conlleva una desincronización circadiana respecto a los estímulos ambientales, lo cual puede producir problemas cardiometabólicos, envejecimiento epigenético, alteraciones en el estado de ánimo, etc, que se traducen en una mayor mortalidad.
En conclusión, estos hallazgos indican que la regularidad del sueño es un predictor más fuerte y directo de la mortalidad que la duración del sueño. Tanto la regularidad como la duración del sueño pueden influir en la alteracion de los ritmos circadianos centrales y periféricos, con efectos amplios sobre el metabolismo y el desarrollo de diversas patologías. Basándose en estos resultados, establecer patrones regulares de sueño podría ser una estrategia terapéutica sencilla de implementar, con potencial para prevenir problemas de salud a largo plazo.
Windred DP, Burns AC, Lane JM, Saxena R, Rutter MK, Cain SW, Phillips AJK. Sleep regularity is a stronger predictor of mortality risk than sleep duration: A prospective cohort study. Sleep. 2024 Jan 11;47(1):zsad253. doi: 10.1093/sleep/zsad253.
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.