Medicina
Patrones de sueño saludables disminuyen el riesgo cardiovascular
El sueño insuficiente o de mala calidad puede influir en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Algunos de los mecanismos incluyen la activación del sistema nervioso simpático, la disfunción endotelial, inflamación y otras respuestas metabólicas que producen hipertensión, aterosclerosis, etc.
Un estudio reciente (Nambiema et al., 2023) examinó la relación entre los patrones de sueño y las enfermedades cardiovasculares combinando datos de dos cohortes observacionales: el estudio prospectivo de París III y el CoLaus|PsyCoLaus, en Suiza. La muestra total incluyó a 11.347 participantes sin enfermedad cardiovascular evaluados entre 2003 y 2012. El cronotipo y los hábitos de sueño fueron evaluados mediante distintos cuestionarios en tiempos diferentes. Se construyó una puntuación de sueño saludable considerando la presencia de variables como cronotipo matutino, duración del sueño de 7-8 horas diarias, ausencia de insomnio, ausencia de apnea del sueño y ausencia de somnolencia diurna excesiva.
Los resultados mostraron que cada incremento de un punto en la puntuación de sueño saludable mediante las distintas variables, se asoció con una reducción en el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los participantes con una puntuación de 2, 3, 4 y 5 tenían un 10%, 19%, 38% y 63% menos riesgo de enfermedad cardiovascular, respectivamente. En un segundo seguimiento de varios años, se encontró de forma similar un efecto protector.
Entre el 30% y el 60% de los eventos cardiovasculares eran potencialmente prevenibles si se tuvieran cuatro o cinco patrones de sueño en el nivel óptimo. También se observó que una puntuación de sueño saludable alta tanto al inicio del estudio como mantenida en el tiempo se asociaba con un menor riesgo de eventos cardiovasculares, no obstante, aquellos que mejoraron su puntuación durante el seguimiento también mostraron una reducción significativa en el riesgo, lo que indica que nunca es tarde para empezar a mejorar los patrones de sueño, y que la mejoría del sueño puede usarse como estrategia terapéutica.
En conclusión, este estudio sugiere que patrones de sueño saludables están asociados con una reducción del riesgo cardiovascular. Considerar intervenciones clínicas centradas en mejorar la calidad del sueño podría ser una estrategia de salud pública efectiva para reducir la carga de enfermedades cardiovasculares en la población. No obstante, la realización de estudios controlados es importante para confirmar el potencial terapéutico de la mejoría de los patrones de sueño en personas con riesgo cardiovascular.
Un estudio reciente (Nambiema et al., 2023) examinó la relación entre los patrones de sueño y las enfermedades cardiovasculares combinando datos de dos cohortes observacionales: el estudio prospectivo de París III y el CoLaus|PsyCoLaus, en Suiza. La muestra total incluyó a 11.347 participantes sin enfermedad cardiovascular evaluados entre 2003 y 2012. El cronotipo y los hábitos de sueño fueron evaluados mediante distintos cuestionarios en tiempos diferentes. Se construyó una puntuación de sueño saludable considerando la presencia de variables como cronotipo matutino, duración del sueño de 7-8 horas diarias, ausencia de insomnio, ausencia de apnea del sueño y ausencia de somnolencia diurna excesiva.
Los resultados mostraron que cada incremento de un punto en la puntuación de sueño saludable mediante las distintas variables, se asoció con una reducción en el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los participantes con una puntuación de 2, 3, 4 y 5 tenían un 10%, 19%, 38% y 63% menos riesgo de enfermedad cardiovascular, respectivamente. En un segundo seguimiento de varios años, se encontró de forma similar un efecto protector.
Entre el 30% y el 60% de los eventos cardiovasculares eran potencialmente prevenibles si se tuvieran cuatro o cinco patrones de sueño en el nivel óptimo. También se observó que una puntuación de sueño saludable alta tanto al inicio del estudio como mantenida en el tiempo se asociaba con un menor riesgo de eventos cardiovasculares, no obstante, aquellos que mejoraron su puntuación durante el seguimiento también mostraron una reducción significativa en el riesgo, lo que indica que nunca es tarde para empezar a mejorar los patrones de sueño, y que la mejoría del sueño puede usarse como estrategia terapéutica.
En conclusión, este estudio sugiere que patrones de sueño saludables están asociados con una reducción del riesgo cardiovascular. Considerar intervenciones clínicas centradas en mejorar la calidad del sueño podría ser una estrategia de salud pública efectiva para reducir la carga de enfermedades cardiovasculares en la población. No obstante, la realización de estudios controlados es importante para confirmar el potencial terapéutico de la mejoría de los patrones de sueño en personas con riesgo cardiovascular.
Nambiema A, et al. Healthy sleep score changes and incident cardiovascular disease in European prospective community-based cohorts. Eur Heart J. 2023 Dec 14;44(47):4968-4978. doi: 10.1093/eurheartj/ehad657.
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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