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Anorexia Nerviosa

Anorexia Nerviosa

La anorexia nerviosa es un trastorno de salud mental que se clasifica dentro de los trastornos de la conducta alimentaria o TCA junto a la bulimia nerviosa y el trastorno por atracones, cuyo principal síntoma es la pérdida de peso producida mediante la restricción de la ingesta de alimentos y el ejercicio excesivo, a veces mediante el uso de laxantes y purgas, a menudo llegando a una extrema delgadez que puede acompañarse de un miedo paralizante a subir de peso. La anorexia nerviosa es un problema severo que tiene una alta tasa de mortalidad. Sin embargo, no es solo un problema alimentario y generalizadamente suele entenderse de manera superficial. Este artículo ofrece información fundamental sobre este trastorno de la conducta alimentaria, claves diagnósticas y terapéuticas, incluyendo reconocimiento de síntomas y posibilidades de tratamiento.

1. Puntos Clave

  • Los trastornos de la conducta alimentaria incluyen la bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y trastorno por atracón entre otros.
  • Pese a que la prevalencia de la anorexia nerviosa es relativamente baja, la mortalidad es muy elevada.
  • Aunque se clasifica como un trastorno de la conducta alimentaria, lo que es visible a nivel de alimentación o ejercicio es solo la punta del iceberg, siendo mucho un desorden mucho más complejo de lo que se describe generalizadamente.
  • Aspectos clave son las dificultades subyacentes a nivel neurocognitivo (en el procesamiento de la información, toma de decisiones, etc), a nivel afectivo (alto rasgo de ansiedad, dificultades en la consciencia interoceptiva), alteraciones metabólicas y endocrinas, etc. Por tanto va más allá de la descripción usual e inapropiada de una problemática con los alimentos y el cuerpo.
  • El tratamiento de este trastorno de la alimentación debe centrarse en el afrontamiento alimentario y la psicoterapia debe dirigirse a las dificultades visibles, así como a los procesos subyacentes a nivel neurocognitivo, afectivo, operante, etc.
  • En casos más severos el tratamiento puede requerir un ingreso hospitalario en un primer momento, tras lo cual puede iniciarse un tratamiento ambulatorio, aunque algunas personas pueden necesitar ingresos a medio o largo plazo.

2. Definición y prevalencia



La anorexia nerviosa es un trastorno de salud mental que afecta principalmente a mujeres adolescentes y jóvenes. El diagnóstico de estos trastornos se realiza mediante síntomas, y el DSM entre sus criterios se centra en la existencia de una restricción alimentaria, miedo intenso a subir de peso y distorsión de la imagen corporal, caracterizándose principalmente según este manual por una búsqueda obsesiva de la delgadez y restricción en la alimentación, lo que conduce a una disminución significativa del peso corporal. Sin embargo, el foco en la sintomatología visible lleva a interpretaciones reduccionistas que interfieren en la comprensión clínica de las causas, describiéndose sistemáticamente y sin evidencia científica los mismos tópicos sobre la imagen y el cuerpo.

Aunque la prevalencia es relativamente baja en la población general, y las cifras suelen situarse por debajo del 1%, es uno de los trastornos de mayor gravedad, siendo posiblemente el trastorno con la mayor mortalidad de todos los trastornos de salud mental.

3. Aspectos clave de la anorexia nerviosa



Síntomas. Las características más visibles de este trastorno incluyen una restricción significativa de la ingesta de alimentos (rechazo de la comida), frecuentemente alcanzando muy bajo peso, hiperactividad, a menudo acompañado de otros síntomas como rituales con la comida o el cuerpo, obsesiones, fobias, tendencia al control y aislamiento social. Una de las dificultades para el tratamiento de estos trastornos es que los individuos afectados a menudo tienen dificultades para reconocer que necesitan ayuda. Pueden tener una percepción distorsionada de su cuerpo y su salud, cuando en realidad pueden alcanzar un peso muy bajo y están peligrosamente delgados, incluso utilizando laxantes, induciéndose vómitos, etc. A nivel de estado de ánimo, es común encontrar depresión y ansiedad.

Causas. Deben distinguirse síntomas visibles y causas. La falta de consciencia de la gravedad en este tipo de trastornos (anosognosia), se debe a ciertas alteraciones neuropsicológicas como alexitimia (déficits en la consciencia interoceptiva), coherencia central débil (orientación perceptiva a las partes a expensa de una percepción global de las cosas), fijación cognitiva y tendencia a la obsesividad como rasgo neurocognitivo, etc. Pero también porque el ayuno, el ejercicio y la pérdida ponderal producen recompensa, reforzando la tendencia a la hiperactividad.

4. Factores que contribuyen a la anorexia nerviosa

Los trastornos de salud mental y los trastornos alimentarios tienen causas multifactoriales, lo que significa que se deben a una interacción de distintos factores y no obedecen a una causa simple. Estos factores pueden incluir:

  • Aspectos biológicos
  • Aspectos psicológicos
  • Aspectos sociales
Veamos más de cerca cada uno de estos factores:

4.1 Factores biológicos

Los factores biológicos pueden desempeñar un papel importante en la susceptibilidad a los trastornos alimentarios. Aspectos genéticos a nivel de procesamiento de la información (cognitivo, ejecutivo) producen una conducta rígida y rutinaria, teniendo dificultad con los cambios. Igualmente, ciertos aspectos metabólicos tienen un origen genético, incentivando ciertas inercias fisiológicas y con ello, conductuales.

Genética. Los genes también implican aspectos a nivel metabólico (neuroendocrino), a nivel de sensibilidad afectiva (ansiedad rasgo, dificultad regulando el estrés), algunos aspectos perceptivos como alexitimia (dificultades en la consciencia interoceptiva), alteraciones de la identidad y de personalidad, orientación al detalle, etc.

Epigenética. Algunos factores biológicos pueden ser resultado de cambios epigenéticos durante el embarazo, la infancia, etc. Esto implica la expresión genética y la configuración del sistema nervioso.

Metabolismo. Existen alteraciones metabólicas, producidas por el sistema nervioso autónomo, ejes endocrinos, etc. Por ejemplo, el alto nivel de arousal psicomotor se debe a procesos neuroendocrinos (hormonales), relacionados con ciertos neurotransmisores (ej: orexinas...).

Cambios dietéticos y ponderales. Además, la pérdida de peso (intencionada mediante la conducta dietética, o inintencionada por ejemplo tras una enfermedad) puede modificar el metabolismo y la actividad neuroendocrina del sistema nervioso. En personas con ciertas particularidades, esto puede activar ciertas señales de vías catabólicas que impactan en la actividad orexigénica, en el arousal motor, etc.

4.2 Factores psicológicos

Los factores psicológicos son consecuencia de la biología del cerebro, y de como éste se intenta ajustar al ambiente.

Rasgos afectivos. Se ha evidenciado un alto neuroticismo, lo que implica que son personas que tienen una alta tendencia a la ansiedad, que les hace susceptibles al estrés, reaccionando con pánico, angustia, aprensión, etc, más aún con lo que les saca de su rutina o han desarrollado una fijación obsesiva. Por ello reaccionan con una alta tendencia al control y a reducir su espacio vital a un círculo estrecho en el que desarrollar conductas a su vez reducidas a rituales. También existe una tendencia a experimentar bajo estado de ánimo como rasgo, lo que conduce a menudo a depresión.

Aspectos perceptivos. Existen dificultades en la consciencia interoceptiva. Esto supone alteraciones percibiendo las señales internas (hambre, saciedad, emociones...), en el sentido del tacto (relacionadas con las dificultades en la percepción de la información somatosensitiva, la integración del esquema corporal), alexitimia (dificultades en la consciencia interoceptiva que supone alteraciones no solo de la imagen corporal, sino de la identidad y de personalidad etc. Esto supone una dificultad perceptiva general, más allá de la imagen corporal, como suele describirse en todas partes de forma superficial, que a su vez dificulta la regulación emocional, del estado de ánimo, etc.

Comorbilidades. Los diagnósticos en salud mental también se comprenden de forma errada concibiendo los trastornos como categorías excluyentes, como sucede cuando existe patología de tejidos. Hay estudios que muestran que la anorexia puede estar asociada con rasgos de personalidad obsesivo-compulsivos, TDAH, y también con el espectro autista, siendo por ejemplo algunas dificultades ejecutivas un factor común.

También se ha relacionado con trastornos de personalidad en un porcentaje muy alto. No son comorbilidades en un sentido categorial, sino endofenotipos compartidos en una parte sustancial, que hace que las personas puedan encajar con varias categorías diagnósticas dadas sus dificultades de regulación. Es decir, los trastornos se solapan porque comparten causas fundamentales, como es la regulación ejecutiva, ciertos rasgos cognitivos, etc.

En resumen, un trastorno no es una enfermedad en sentido de patología de tejidos, y la recuperación tampoco sucede porque se repare aquello que afecta un tejido concreto. Un trastorno de conducta implica ante todo una dificultad regulando la conducta, la cual se debe a su vez a dificultades con el procesamiento de la información, ciertas características perceptivas, ciertas características afectivas, metabólicas, etc. Por la misma razón, la recuperación es ante todo una estabilización metabólica, y un aumento de la capacidad de autorregulación y del control conductual.

El conjunto de dificultades hace que las personas con este trastorno tengan frecuentemente problemas tomando decisiones (no solo alimentarias, sino manejando cambios por ejemplo) y regulando su conducta de forma flexible. Por ello, clasificar este trastorno como un problema dietético por lo visible de los síntomas alimentarios, o de imagen (en el sentido de delgadez estética), es no solo reduccionista, sino que ha dificultado su comprensión a nivel clínico y de paciente por los propios especialistas.

4.3 Factores ambientales

Hemos visto que las personas con este tipo de trastornos tienen dificultades en la regulación de la conducta debido a ciertas dificultades biológicas del sistema nervioso (neurocognitivas, etc). Estas dificultades del cerebro de la persona para adaptarse a las demandas cotidianas se hacen más evidentes a medida que el mundo es más complejo y sobrepasa lo que el sistema nervioso puede procesar.

Hilde Bruch describió que la anorexia surge cuando el ambiente aumenta en complejidad (tránsito de vida de niño en el colegio al aumento de responsabilidades y complejidad social del instituto).

Es decir, la persona es un niño que debe seguir una vida de niño, y de pronto ese mundo de niño pasa a ser un mundo en el que lo que se supone que eran niños y niñas, comienza a ser un marco ecológico de comportamientos raros con chicos y chicas, las personas deben construirse una identidad distinta a la de ser niño, se elaboran jerarquías, comienzan a vestir de forma distinta para señalizar pertenencia a distintos grupos, etc.

Es decir, las dificultades se hacen patentes ante una creciente exposición a responsabilidades, señales simbólicas, estados de ánimo, y conductas sociales y relacionales difíciles de comprender y gestionar, aún más cuando existen ciertas dificultades perceptivas y neurocognitivas. Los padres son la función ejecutiva del niño, y cuando esto comienza a desaparecer, todo se desborda.

Cultura. Aunque se insiste en lo contrario, si algo nos muestra la evidencia epidemiológica es que la anorexia es más bien llamativamente persistente y refractaria a los cambios geográficos, temporales, y culturales. La encontramos en lugares recónditos con modos de vida rurales sin contacto con la civilización occidental, y no existe el patrón geográfico y temporal que deberíamos esperar si atendemos al discurso que con tanta insistencia se disemina.

Se ha reducido indebidamente este trastorno a un asunto de belleza, cuando los estudios muestran que los estresores que producen un aumento de síntomas de TCA son más bien inespecíficos (por ejemplo la disrupción de la vida cotidiana y la incertidumbre que ha existido con el COVID). Parece que los atracones y la bulimia nerviosa están más condicionados por el ambiente (por ejemplo el grado de urbanismo), de lo que lo está la anorexia.

En resumen, los estresores suelen ser detonadores de los trastornos, más que ser una causa en sí mismos. No solo aumentan los síntomas alimentarios, sino que afectan a muchos otros trastornos. Dicho de otra manera, los estresores detonan y refuerzan las vulnerabilidades o particularidades biológicas del sistema nervioso que las personas tengan, no siendo una relación concreta de belleza y exclusiva con trastornos de conducta alimentaria como se insiste irreflexivamente.

5. Síntomas de la anorexia nerviosa



Los síntomas de la anorexia nerviosa pueden ser tanto físicos como psicológicos. Algunos de los problemas físicos más comunes incluyen:

  • Bajo peso
  • Desnutrición
  • Piel seca
  • Pérdida de cabello
  • Pigmentación azulada en los dedos
  • Ausencia de menstruación
  • Trastornos digestivos
  • Fatiga
  • Problemas con el tránsito y estreñimiento
  • Dolor abdominal
  • Aumento del riesgo de enfermedades
  • Afecciones crónicas a nivel metabólico (óseo...)
A nivel psicológico, podemos encontrar:
  • Una preocupación extrema por la alimentación
  • Reducción de las cantidades de alimentos
  • Evitar comer alimentos en público
  • Adoptar rituales rígidos a la hora de consumir alimentos
  • Mentir sobre las cantidades ingeridas
  • Episodios de purgas o uso de laxantes o fármacos
  • Tener un miedo intenso a ganar peso
  • Inspeccionar constantemente el cuerpo
  • Distorsiones de la percepción y la imagen corporal

6. Diagnóstico de la anorexia nerviosa

Los criterios del DSM-5 para el diagnóstico de la anorexia nerviosa incluyen la restricción de la ingesta de alimentos relativa a las necesidades del individuo disminuyendo las cantidades de alimentos y generando un peso corporal significativamente bajo en el contexto de la edad, sexo, desarrollo y salud física.

No obstante, el diagnóstico de la anorexia nerviosa implica una exploración física y psicológica. Tras un primer diagnóstico usualmente en atención primaria, debe realizarse una evaluación completa por parte de un especialista en este tipo de diagnósticos que incluya una evaluación psicológica de aspectos generales y de aspectos relacionados con la conducta alimentaria.

Debe realizarse un diagnóstico diferencial respecto a TCA, pero también la anorexia puede ocurrir con otros trastornos o ser secundaria a otros trastornos más generales como el espectro autista, aspecto común y que parece desconocerse ampliamente.

Por ello es importante realizar una evaluación por parte de verdaderos especialistas.

Los análisis pueden incluir hemogramas completos, electrolitos, funciones hepáticas, renales y tiroides, entre otros, debido a que la pérdida de peso, la desnutrición producida por la restricción de la alimentación, pero también los episodios recurrentes de purgas y vómitos, uso de laxantes, fármacos, etc, pueden ocasionar consecuencias serias. Debe descartarse que la disminución de peso sea la consecuencia de una enfermedad, lo que haría erróneo diagnosticar este tipo de trastornos como un TCA. También suelen pedirse pruebas de imagen y otros chequeos y pruebas fisiológicas.

7. Complicaciones y riesgos asociados con la anorexia nerviosa



Se ha demostrado un incremento del riesgo de mortalidad, derivado de los problemas metabólicos de la inanición y la desnutrición, aumentando el riesgo cardiovascular. El uso de purgas, fármacos, laxantes y vómitos recurrentes pueden causar desequilibrios electrolíticos. Por tanto la anorexia puede producir consecuencias importantes para la salud.

La restricción de la alimentación puede conllevar desnutrición y alteraciones metabólicas, conduciendo a alteraciones físicas graves como presión arterial baja, hinchazón de extremidades, erosiones dentales, osteoporosis, alteraciones cardiovasculares, así como un aumento del riesgo de distintas enfermedades y problemas de salud.

La anorexia nerviosa es posiblemente el trastorno con la mayor mortalidad de todos los trastornos de salud mental.

Una parte de la mortalidad es derivada de la inanición y la desnutrición, la cual produce problemas de salud y aumenta el riesgo de distintas patologías y enfermedades. Otra parte de la mortalidad es debida a suicidios, quizás la mayor parte de dichas muertes.

Algunas revisiones estiman que una persona con este trastorno tiene un riesgo de suicidio 50 veces por encima de personas sin este trastorno.

8. Tratamientos disponibles para la anorexia nerviosa



El tratamiento de las personas con este tipo de trastornos de alimentación es multidisciplinar. A nivel de paciente, los principales objetivos del tratamiento son la realimentación, revirtiendo el estado de desnutrición. mejora de los problemas de control de la conducta, la recuperación de un peso mínimo saludable y la normalización de la conducta alimentaria.

Existen distintos enfoques terapéuticos, que pueden ir desde el ingreso hospitalario de los pacientes de mayor severidad, a ingresos en comedores de TCA y centros de día, hasta tratamiento ambulatorio que puede incluir psicoterapia y afrontamiento nutricional.

8.1 Terapias psicológicas

La terapia psicológica es una parte fundamental en el tratamiento y en la recuperación de los pacientes con este tipo de trastornos. Estas terapias pueden ser impartidas de manera individual, familiar o en grupo, habitualmente combinando enfoques.

No existe evidencia absoluta de que unas modalidades de tratamiento logren mejores resultados que otros, lo que incluye centros especializados en TCA.

Esto puede deberse en mi opinión a la visión de la anorexia como problema alimentario y de estado de ánimo entre los propios especialistas que tratan el TCA.

Mi visión es que las terapias deben ir dirigidas no solo hacia los síntomas visibles, sino también hacia los procesos subyacentes. Así, debe trabajarse en las dificultades principales a nivel de paciente:
  • Afrontamiento alimentario de lo que se evita y rechaza (afrontamiento de la alimentación)
  • Extinción de compulsiones (ej: prevención de respuesta)
  • Afrontamiento social (ej: comer en público)
  • Etc.
Pero también debe trabajarse con un enfoque más general de procesos subyacentes (neurocognitivo, afectivo, circadiano, metabólico, interoceptivo, etc). Por ejemplo, a nivel neurocognitivo pueden adaptarse terapias de remediación cognitiva, y a nivel perceptivo debe trabajarse la alexitimia a nivel de consciencia interoceptiva, etc.

Existen terapias de realidad virtual que pueden facilitar ciertos aspectos tanto de exposición y afrontamiento como de integración de aspectos corporales.

En la terapia familiar, los padres juegan un papel central en la alimentación y la conducta en casa, hasta que los adolescentes pueden tomar decisiones autónomas relativas a su propia alimentación.

8.2 Medicamentos

Dado que no estamos ante una enfermedad sino más bien un trastorno que se expresa con una dificultad en la regulación conductual, no existen tratamientos curativos en sí mismos al no existir una causa etiológica simple, aunque es común que se prescriban fármacos que puedan disminuir síntomas como la ansiedad, incluyendo antipsicóticos. Aunque los fármacos pueden mejorar algunos síntomas, no existe evidencia clara de que mejoren la alimentación o el pronóstico global, y su uso genera controversias. Tampoco existe evidencia clara sobre la mejoría en la sintomatología depresiva o en la depresión mayor.

8.3 Apoyo nutricional y manejo del peso

El objetivo principal del tratamiento nutricional de la anorexia nerviosa es la recuperación de un peso mínimo saludable y la normalización de la conducta alimentaria, afrontando la restricción de la alimentación, y la evitación o restricción de la ingesta de comida, lo que implica alimentos temidos (habitualmente alimentos calóricos, alimentos con grasas, comida no supervisada por la propia persona, etc).

Un dietista-nutricionista proporciona apoyo fundamental dentro del afrontamiento nutricional y el cumplimiento de los objetivos de peso preestablecidos del paciente con un trastorno de la alimentación.

Generalmente, la estrategia preferente en el tratamiento nutricional es la realimentación autónoma de la persona, trabajando en la dificultad de afrontamiento alimentario activamente.

La nutrición artificial es una alternativa secundaria reservada para casos donde se presenta falta de cooperación en la alimentación, o insuficiente progresión en el aumento de peso. En general se prefiere que las personas ingieran sus propios alimentos en las cantidades adecuadas.

9. Recuperación y prevención de recaídas

La recuperación de la anorexia nerviosa, y de otros TCA como la bulimia nerviosa o el trastorno por atracón, es un proceso que puede incluir tanto avances como retrocesos, y es normal que esto ocurra. Se considera que hay recuperación cuando los pacientes no solo mejoran su alimentación y se recuperan de un bajo peso, sino que recuperan su autonomía mostrando una mayor capacidad de autorregulación. Formalmente, un paciente se considera recuperado si no cumple más con los criterios diagnósticos del trastorno, aunque la recuperación es un proceso sin límites precisos y puede incluir momentos de logro y dificultad.

El proceso de recuperación exitoso incluye no solo la recuperación física sino también la mejoría de la funcionalidad y autonomía del paciente, como el desarrollo de estrategias más flexibles ante problemas cotidianos, la toma de decisiones, la adaptación a los cambios, trabajo de los problemas de asertividad, problemas familiares, etc. Un fuerte sistema de apoyo es esencial para una recuperación exitosa, animando al individuo durante el tratamiento y la superación de desafíos.

Es importante recordar que las recaídas son parte del proceso de recuperación de los pacientes. También los episodios de depresión y ansiedad. Identificar desencadenantes y desarrollar estrategias de afrontamiento y planes de acción para manejarlos es crucial. Los signos de advertencia de una posible recaída incluyen cambios en el horario de alimentación, obsesiones renovadas con comida, peso, y apariencia, y reversiones a patrones de alimentación rígidos.

10. Cómo ayudar a alguien con anorexia nerviosa

Si tienes un ser querido que lucha contra la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa, puede ser difícil saber cómo ayudar. La familia y los seres queridos juegan un papel esencial en el tratamiento, alentando a buscar ayuda a las personas que lo necesiten, brindando apoyo durante el tratamiento y estando preparados para manejar posibles recaídas.

Respetar la privacidad y los sentimientos de las personas con anorexia es crucial, al igual que evitar hacer comentarios sobre su alimentación, apariencia o peso.

Es importante ofrecer un apoyo emocional que fomente un ambiente seguro y comprensivo. Además, promover pasatiempos y actividades saludables puede ser una estrategia efectiva para mejorar su bienestar emocional y fomentar la alegría en otros aspectos de su vida.

Por último, es fundamental ser paciente y mantener una actitud positiva durante todo el proceso de recuperación de la anorexia nerviosa. Celebrar los pequeños avances y estar preparado para apoyar a la persona querida en caso de retrocesos puede ser de gran ayuda dado que son frecuentes los episodios de depresión y ansiedad.

11. Resumen y conclusión

Para concluir, aunque podemos denominar la anorexia como un trastorno de la conducta, estamos ante algo más que un trastorno de la alimentación, siendo una condición seria y potencialmente mortal que afecta significativamente a la vida y la salud de las personas que la padecen. Aunque se conciba como un trastorno alimentario, va mucho más allá de la imagen, el ejercicio y la alimentación.

Aunque a nivel de paciente puede ser un trastorno desafiante de manejar y tratar, dado que no obedece a una causa simple, es importante recordar que gran parte de los pacientes se recuperan, llevando una vida satisfactoria.

12. Preguntas frecuentes

¿Cuántos tipos y subtipos de anorexia nerviosa existen?

Existen dos tipos de anorexia nerviosa: restrictiva y purgativa. El subtipo restrictivo se caracteriza por la pérdida de peso debida a la restricción de la alimentación o al ejercicio excesivo, mientras que el purgativo involucra episodios de atracones o purgas para perder peso. No obstante, existen otros problemas de conducta que cursan con sintomatología restrictiva, generalmente denominados atípicos.

Los trastornos implican espectros, lo que significa que no todas las personas presentan exactamente la misma sintomatología, ni se comparten el 100% de causas o factores subyacentes a nivel de endofenotipo. No estamos ante "enfermedades" diferentes, sino ante un sistema nervioso con ciertos rasgos más inestables y compulsivos que se manifiesta con atracones y/o purgas, o bien rasgos más estables creando un patrón completamente sobrerregulado.

¿Qué es la anorexia y cómo se diagnóstica?

Es un trastorno de conducta, lo que implica en primer lugar un problema de regulación de la conducta, a su vez debido a alteraciones en la percepción, dificultades en el procesamiento de la información, dificultades afectivas, cambios endocrinos que producen alteraciones metabólicas, etc. Uno de los síntomas más comunes es la restricción alimentaria, que puede llegar a ser severa, a menudo con un alto arousal motor (hiperactividad). El diagnóstico se realiza de forma clínica.

¿Qué es la anorexia nerviosa según el DSM V?

Según el DSM V, se caracteriza por la búsqueda obsesiva de la delgadez, miedo patológico a la obesidad, imagen corporal distorsionada y restricción en la ingesta, lo que lleva a una pérdida significativa de peso. Sin embargo, estos síntomas llevan a interpretaciones problemáticas en las que se desplaza la comprensión de las causas por la descripción de las conductas observables.

¿Qué es la anorexia nerviosa de tipo restrictivo?

Es aquella en la que se observa principalmente un problema de restricción de la ingesta de alimentos y, a veces, ejercicio o actividad física excesivos, sin atracones ni purgas regulares con laxantes, vómitos, etc.

¿Cuáles son los tipos de TCA?

Los tipos de Trastornos de la Conducta Alimentaria o TCA más comunes son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón, y los trastornos de conducta alimentaria no especificados. Aunque existen otros problemas relacionados con la alimentación bajo términos como vigorexia y ortorexia que muestran síntomas en cierta medida obsesivos, perseverativos, hipocondríacos, etc. También se clasifican en restrictivo y con atracones/purgas. El ARFID es un diagnóstico reciente que se utiliza por especialistas para el diagnóstico de otros tipos de rechazo alimentario y restricción de la ingesta de alimentos. En general los comportamientos alimentarios problemáticos cursan con atracones como en el caso de personas con bulimia nerviosa o trastorno por atracón, o bien con restricciones y rechazos. También encotramos estereotipias en las ingestas, comportamientos y compulsiones de tipo purgativo (regurgitaciones, vómitos, etc).

14. Formaciones de postgrado sobre Anorexia y TCA

Curso de Especialización en TCA: Anorexia, Bulimia y Atracones

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