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Karl Popper. En busca de un mundo mejor.

Karl Popper (1902-1994) tenía 90 años cuando se publica su última obra En busca de un mundo mejor, recopilando algunas de sus ponencias en distintos lugares del mundo que son en buena medida un resumen de su pensamiento.

Conocimiento y verdad

Para Popper, el conocimiento consiste en la búsqueda de la verdad. Sin embargo, esta búsqueda se caracteriza por una perspectiva más socrática que platónica, es decir, bajo un criterio de falibilidad: sabemos muy poco y casi siempre somos susceptibles a equivocarnos. Con Sócrates comienza la crítica y la duda sobre el propio proceso de conocimiento, en la dirección contraria a la vía positiva del gobierno de los sabios de Platón. De aquí sale buena parte de la lógica de Popper: no solo su conocido falsacionismo, sino el hecho mismo de que no existe conocimiento sin crítica.

Las ideas clásicas de conocimiento son para Popper erradas. Solo podemos acercarnos a la verdad, y por ello, la ciencia lo es siempre por conjetura, por aproximación a la verdad, no por certeza de haber encontrado una realidad última. Por ello una de las bases epistémicas de Popper es el frontal rechazo al cientificismo característico de nuestros días, el cual se proclama la autoridad de lo verdadero, fruto de la ignorancia epistémica que invade las ciencias. Para Popper, esta pretendida visión de "la ciencia" como conocimiento positivo es completamente falaz, algo a lo que dedica varios de sus libros.

Ni la observación, ni los hechos, ni la recopilación de unos datos, son el origen del conocimiento, sino sobre todo la consciencia de la existencia de un problema y el razonamiento crítico sobre el mismo. Es evidente que la cuestión de la observación es casi mitológica entre científicos que pretenden reducir el mundo a la generalización mediante inducción. La observación es algo en el terreno de lo sensorial, pero debe transformarse lo observado en una elaboración en el dominio de lo cognitivo, generando un problema simbólico que emerge de expectativas en nuestra mente, y que podemos abstraer para su resolución. El origen y la fuente de una observación no tiene mucho que ver con la fuerza de un argumento. "No existe nada semejante a una ciencia puramente observacional; solo hay ciencias en las que teorizamos." No hay observación pura, ni objetividad pura. Bacon comprendió erróneamente el método de la ciencia natural, nos dice Popper. Tampoco la razón en sí es una autoridad legítima del conocimiento, solo la crítica libre permite la búsqueda de lo verdadero. La lógica deductiva es la teoría de la validez del razonamiento o la inferencia lógica que se analiza. La función de la lógica deductiva es por tanto la critica racional de la proposición o proposiciones que se realizan. Toda explicación es una lógica deductiva de una regularidad empírica con la que guarda una relación mediante proposiciones sobre el fenómeno. La historia de la ciencia no es una historia de inventos técnicos, sino que es ante todo la historia del pensamiento, de las ideas. En contra de lo que propaga el positivismo cientificista, mientras más cosas descubrimos, más inestable e inseguro parece ser nuestro conocimiento.

La tradición es, aparte del conocimiento innato, con mucho la fuente más importante de nuestro conocimiento. La imaginación y la intuición son indispensables, aunque como la mayor parte de nuestras teorías, no son ciertas. Todas ellas deben estar sujetas a crítica. No debe confundirse la búsqueda de la verdad con tener una certeza absoluta de algo. Todo conocimiento es falible y puede estar equivocado. Son cosas diferentes. La visión de verdad de Popper viene de Kant, y es muy modesta: cuando lo que se afirma tiene una correspondencia con la realidad empírica. Por tanto el concepto de verdad parte en Popper de un criterio de utilidad para comunicar algo. Algo que se afirma con claridad puede ser verdadero o falso según si corresponde a una realidad. Sin embargo, la certeza tiene grados. La tarea principal de la actividad científica debe ser no tanto afirmar cual es la verdad, sino eliminar falsedades. La verdad no es solo cuestión de conocimiento, sino que es un valor ético, "quizá el mayor valor que exista". El relativismo en el que toda afirmación puede ser igualmente admisible pues la verdad es un simple punto de vista, para Popper, confunde verdad y certeza.

"El conocimiento es labor de conjetura disciplinada por la crítica". Para Popper el conocimiento implica la verdad de lo que se expresa, la certeza, y tener razones suficientes para ello. Sin crítica no hay conocimiento, ni búsqueda de la verdad, ni ciencia posible. Cuando alguien habla en nombre de "la ciencia" y, más aún, con ello se justifica la censura, esas mismas personas son lo opuesto a lo que dicen ser.

Cientificismo y "la ciencia"

Ciencia es la búsqueda de la verdad mediante el debate abierto y la crítica, mientras que el cientificismo es el dogmatismo de autoproclamarse en posesión del conocimiento verdadero. Popper se resiste al dogmatismo científico, a la ciencia como autoridad discursiva, a "la ciencia" como la nueva teleología del mundo. "No creo en la creencia en la ciencia". En palabras de Popper "el cientificismo afirma dogmáticamente la autoridad del conocimiento científico".

"El científico natural es tan partidista como cualquier otra persona", el cual "favorece sus propias ideas de forma sesgada y partidista". Por otro lado, la ciencia no puede ser independiente de los aspectos extracientíficos de la práctica y el mundo en el que está inmersa (económicos, políticos, geoestratégicos, etc). Discute también Popper a aspirantes a esa "objetividad" de la observación de la ciencia natural, como la sociología o la antropología, que pretendendieron aspirar al inductivismo a partir de observaciones. Pero muchas otras disciplinas como la psicología han intentado sus propias vías positivistas, de manera bastante prepotente como fracasada en la clínica (anotación mía).

Popper acertadamente compara los intentos de crear el paraíso en la tierra con un acto de fe material que tiene sus propios dogmas, y que acaban pronto resultando en el infierno en la tierra. "El progreso de la ciencia (...) nos ha llevado a atravesar la vida con la amenaza de una guerra atómica, y es dudoso que, a fin de cuentas, haya contribuido a la felicidad y el contento del ser humano". Popper es consciente del peligro del proyecto tecnocientífico, incluso sin saber que pronto habría varias tecnologías, no solo armamentísticas, capaces de aniquilar la vida entera, y sin llegar a ver una pandemia originada espontáneamente de ninguna parte junto a una de las mayores campañas de censura de la historia de la humanidad emulando el "guerra es paz" de Orwell. Verdad es mentira, mentira es verdad.

En definitiva, ninguna ciencia puede existir sin un libre intercambio de ideas. Para obtener una verdad científica, primero uno debe estar honestamente interesado en buscar la verdad de las cosas en primer lugar. Y buscar la verdad de las cosas necesita un conocimiento epistémico más amplio que el terreno inmediato de trabajo del científico actual, cuyo aislamiento inevitablemente es incompatible con el todo de la búsqueda de lo verdadero.

Política

La misma teoría crítica por la vía negativa aplica a la política. No debemos elegir un gobierno platónico de sabios, sino contrariamente, debemos organizar la política para que se minimice el daño que las personas malintencionadas dedicadas a la política pueden generar. Alguien un poco cínico podría decir que de hecho no sucede ninguno de las dos, y que finalmente tenemos los parlamentos por alguna razón llenos de personas que son exactamente lo opuesto a la sabiduría, a la búsqueda honesta de la verdad, y a la ética como un ser humano pueda estarlo. Adicionalmente, no hay ningún mecanismo para controlar las malas acciones políticas y el uso del poder político para beneficiar a las redes de poder estatales e industriales.

Popper fue militante socialista. A pesar de ello, pudo entender que uno de los mayores problemas de la humanidad era precisamente la "maquinaria estatal" como el mismo la denominaba. "La lucha contra la pobreza ha producido un estado de bienestar con una burocracia tan monstruosa que engulle por completo a los hospitales, y a toda la profesión médica, con el resultado obvio de que de hecho solo una parte del dinero gastado en acciones de bienestar beneficia realmente a quienes la necesitan". La evidencia científica por ejemplo en medicina nos muestra que de hecho la mayor parte del dinero se gasta en las intervenciones con menos evidencia y menos relevancia clínica, a su vez las más lucrativas para la industria. Muchas personas piensan que por ser "público" no hay un negocio de miles de millones detrás. Pero igualmente muchas otras intervenciones del estado, por ejemplo penales, se hacen en contra de la evidencia científica (en términos de prevención de delitos, reincidencia, etc), y generando igualmente un alto coste económico que sale del bolsillo de las personas que trabajan, quienes no saben nada de lo que sucede, ni tampoco se lo preguntan. Ese gasto económico "irracional" tiene algún otro objetivo "racional", y alguien se beneficia de esa transferencia de dinero, en nombre de lo "público", y del "bien común", por supuesto. Esto lo entendió mejor Foucault, y aún mejor Illich.

La visión política de Popper es en cierta medida compleja, algo así como un progresista reformista pero antiestatista, liberal y pluralista, pero anti-relativista, racionalista pero no positivista, definido a sí mismo como anti-inductivista, crítico, pero lejos del concepto de teoría crítica de Adorno o Habermas.

"...La civilización occidental actual, mucho más autocrítica y dispuesta a reformarse que ninguna otra civilización del mundo". Popper aqui proyecta una sociedad racional que roza la utopía, de la manera más ingenua posible. Me recuerda a Escohotado en este punto, en la creencia de que es posible un leviatancito chiquitito, que puede ser controlado mediante la participación democrática ejercida por personas-filósofas que actúan racionalmente evitando su proceso de autoexpansión. Esto muestra que no comprendieron bien la mecánica del estado, la cual no obedece a una lógica racionalista, sino a un aspecto fríamente empírico: la vigilancia y el control. Siendo anti-inductivista, Popper de alguna manera cae en el inductivismo más ingenuo, la falacia incesante de la belle époque que existe antes de que la realidad ponga en su sitio a los optimistas epistémicos, como sucedió antes de la I Guerra Mundial. Igualmente, la violencia no se ha eliminado en nuestro mundo ilustrado como nos quiere convencer Pinker, solo tenemos métodos de coacción y control social más sofisticados, menos explícitos en apariencia. Dado que no podemos prever las consecuencias de planes y acciones, debemos rechazar las utopías políticas, nos dice Popper. Esto debe incluir la tecnocracia cientista que caracteriza nuestro tiempo, y cuyo peligro Popper probablemente minusvaloró.

"Lo más eficaz son los argumentos racionales". La propaganda exitosa que usan a diario los estados y las corporaciones discrepan de esta ingenuidad. Los mecanismos por los que funciona la propaganda más exitosa son cualquier cosa menos racionales. Cualquiera que sepa un poco de psicología sabe que el cerebro decide por muchos procesos que no tienen nada que ver con la racionalidad. Somos más seres racionalizadores que racionales. No hay ninguna causalidad aquí. La repetición (saliencia mnésica, potenciación sináptica), la habituación de lo cotidiano en sentido foucoltiano (aprendizaje operante, memorias procedimentales subcorticales), generar expectativas (dopamina), y despertar emociones sociales, en particular emociones relacionadas con la moralidad (epopeyas morales con lenguaje emotivo), es mucho más convincente que la racionalidad para legitimar cualquier mentira ante la sociedad. El ser humano es infinitamente menos racional de lo que Popper cree.

En su visión de sociedad abierta, Popper también abusa del concepto de pluralismo. Debe analizarse en primer lugar que es ese pluralismo y donde nace, y llegamos a un hecho implacable: el sistema nervioso de la mayoría de las personas hace poco más que reverberar lo que ven y oyen en medios de comunicación y redes sociales. Por tanto no hay un proceso de reflexiones individuales racionalmente elaboradas de abajo a arriba, desde la pluralidad de individuos, sino lo opuesto, la consciencia se impone abrumadoramente al individuo desde las estructuras discursivas dominantes, con embudo, y si acaso hoy más que nunca. Popper no puede eludir este aspecto que ya entendió Marx, y teóricos de la comunicación moderna como McLuhan. El parloteo cotidiano no es pluralismo alguno, sino una falsa consciencia y peor, una falsa creencia de pluralismo. La "sociedad plural" de Popper no es capaz de apuntar en la diana: como se ejerce el poder, quien impone un discurso, incluido el discurso "justiciero" de los grupúsculos de tontos útiles, financiados por el propio estado y/o oligarquía corporativa para generar una disidencia inofensiva. Aquí Popper muestra que no comprende el aspecto principal del problema. En todo quiere ver un sentido racional, y no la racionalización del sentido realmente existente.

Filosofía

Popper fue crítico con el positivismo, con el cientificismo, y también con la filosofía. Consideró que un buen filósofo debe expresar las cosas con claridad en lugar de hacer lo contrario. Muchos filósofos lo único que han hecho es "anegar a sus congéneres en un mar de palabras". Popper de hecho no quiso responder a las críticas de muchos filósofos, pues consideraba que era meterse con ellos en el fango de palabras. "La mayoría de los filósofos son incapaces de reconocer un problema o una solución". Sobre los departamentos de filosofía y sociología, Popper pensaba "trastocan incluso las buenas cabezas".

Vemos en Popper cierta influencia vienesa, por ejemplo sobre el hecho de que un enunciado debe expresarse con claridad, sin embargo, está lejos de ser un positivista como se le ha acusado. Popper no afirma hechos por vía inductiva, sino que puede ser definido como un racionalista crítico, y la única objetividad a la que podemos aspirar es la libre crítica que seleccione las mejores conjeturas, pero nunca una verdad en sentido estricto como caracterización última de un fenómeno. Su crítica sin embargo está muy lejos de la teoría crítica de Frankfurt. "Nuestro conocimiento es finito, mientras que nuestra ignorancia debe ser necesariamente infinita".

Newton y Kant

El conocimiento no existe meramente a partir de una tabula rasa ni de la mera observación. Existe conocimiento anterior. Newton mostraba que existía en la naturaleza no solo algo que percibimos por los sentidos, sino también una realidad y unas leyes que podían calcularse. Su descubrimiento nos ponía delante de la posibilidad de la existencia de una ciencia natural pura, y una realidad que podría determinarse inductivamente mediante experimentos de la naturaleza.

Sin embargo, Kant, maravillado con Newton, se preguntaba como era posible una matemática pura, y una ciencia natural pura. El hecho de que son una realidad se deriva del hecho de que podemos calcularlas y predecir cosas. Es decir, existen. Pero ¿cómo son posibles?. Kant se dio cuenta que nuestro cosmos lleva la huella de nuestra mente en primer lugar. Reflexionó sobre el espacio y el tiempo, y comprendió que no eran propiedades externas, sino percepciones construidas por nuestro cerebro, formas que creaba nuestra mente al construir las percepciones sobre las "cosas en sí". Su ética fue ligada a esto, no se puede imponer la moralidad al ser humano por la naturaleza, sino que la persona es el último responsable moral de las cosas, de estar o no estar de acuerdo con las cosas, incluso aunque no pueda escapar a la imposición de la autoridad que le obligue a actuar de cierta menra.

Nuestro intelecto no saca sus leyes de la naturaleza, sino que impone sus leyes a la naturaleza. Newton no sacaba sus leyes de la naturaleza, sino que creó una explicación utilizando su intelecto. No son leyes de la naturaleza, sino leyes intelectuales con las que podemos comprender unos hechos. Explicar es un producto de la consciencia humana, no una realidad del mundo de forma intrínseca. La naturaleza no se apareció a Newton, lo que se apareció a Newton fue su propio intelecto.

Aquel materialismo de presión y empuje de cosas físicas se acabó con el concepto de fuerza, el electromagnetismo y el electrón. La naturaleza de la propia materia pasaban a ser oscilaciones, vibraciones y ondas, no de esa materia, sino de un éter inmaterial, campos, etc, con Einstein, Schrodinger, De Broglie, etc. El fisicalismo sustituyó aquel materialismo, y las ecuaciones diferenciales con los años llevaron de un optimismo inmenso a un desconcierto como el que vivió Russell desde su juventud optimista a una madurez cauta donde la matemática ya no parecía resolver los misterios de la vida, sino contrariamente, crear una visión desconcertante de la realidad. Einstein, al demostrar que la teoría de Newton no era cierta, demostró que Kant estaba en lo cierto. Newton había creado un lenguaje con cierta utilidad para predecir ciertos fenómenos, pero no había descubierto una verdad del mundo. Una teoría precisa y útil como la de Newton, quizás la teoría científica más importante en miles de años, seguía sin ser una verdad. Y no era un producto de la naturaleza, sino de la cognición de Newton, y de la capacidad de la consciencia humana. Las teorías de Newton y Einstein se contradicen, pero ambas, sin ser ninguna de ellas una verdad sobre el mundo, han sido muy útiles y nos han permitido comprender mejor el mundo que nos rodea. Ambas teorías no son conocimiento en sentido clásico, solo conjeturas útiles. Nuestras explicaciones solo son un lenguaje que tiene sentido para nosotros, no son un hecho físico del mundo en sí. La precisión absoluta adicionalmente es inasequible, y si se trata de resolver un problema, no es necesario ser más preciso de lo que requiere.

Mundo 1, mundo 2, mundo 3

Para Popper realidad es todo lo que genera una resistencia, se interpone ante nosotros, ante nuestra visión, tacto, etc. La configuración de la realidad es fruto de 3 mundos. Hay un mundo 1, físico, de las cosas materiales, un mundo 2, de nuestra experiencia consciente de las cosas, subjetivo en primera persona. Y un mundo 3, el mundo de la "cultura", los productos elaborados por la confluencia del mundo 1 y 2. El mundo 3 es un mundo abstracto, no físico, que no puede ejercer influencia sobre el mundo 1 sin mediación del mundo 2. Algunas elaboraciones como la matemática, están "ahí" de forma independiente en cierto sentido, pero también necesitan de nuestra consciencia para descubrir todo ese mundo de problemas y soluciones. La función esencial del lenguaje para Popper no es el signo, ni la expresión de sí mismo, sino su función descriptiva o representativa, el hecho de generar enunciados sobre hechos que pueden ser verdaderos o falsos.

Popper se muestra contrario a una visión biológica determinista, metiendo la intención humana en la ecuación, en cierto sentido recuerda al vitalismo de Ortega, por el cual la selección natural no es solo un organismo sometido a la presión de un ambiente, sino que el organismo modifica ese ambiente. El ambiente no es hostilidad, sino algo así como posibilidad, mediante una evolución de la consciencia. Para Popper la consciencia es la consecuencia de la actividad resolutora de los organismos. Con todo, vemos algo parecido al modelo E-R de la psicología conductista, y su evolución al modelo E-O-R.

No obstante, no me resulta muy convincente Popper en este terreno. No es necesaria la operación consciente para la resolución de problemas, ni el contenido de la consciencia, explican el origen de la misma satisfactorialmente y Popper está lejos de resolver este problema con su visión. Igualmente criticando el reduccionismo del conductismo y a Skinner, muestra que tampoco comprende bien el proceso de refuerzo operante negativo, dando una visión "humanista" ingenua de la conducta, que tiene más biología de lo que al liberalismo de Popper le encajaría como marco justificativo en cuanto a la acción humana.

Conclusión

Karl Popper fue una persona que creía en una discusión científica abierta, invitando a todo el mundo a aportar sus ideas para una discusión crítica abierta, sin excluir nada a priori. Esta posición es muy rara en el mundo científico y académico, más dado al control, la censura y la coacción. La ciencia solo puede ser una actividad crítica, y si pierde esa crítica, solo es una forma de embaucamiento. Una búsqueda honesta de lo verdadero requiere necesariamente de un debate abierto, si no, sólo existe un falso progreso hacia el interés instrumental. Esto lo vieron de forma más clara en Frankfurt. Popper era en mi visión demasiado optimista con occidente.

La medida de la objetividad de la ciencia es la objetividad de su crítica, nos dice Popper. Cuando se censura la crítica, se ataca a la ciencia verdadera, y lo único que existe es un ejército de embaucadores tratando de convencer de que están haciendo lo contrario de lo que hacen. Lamentablemente con éxito.

El excesivo peso de la racionalidad sobre la selección cultural y de la acción humana es otro exceso del pensamiento de Popper. Me temo que lo que es o no verdad en nuestras sociedades "racionales" importa mucho menos de lo que Popper asume. Ver Netflix se sitúa muy por encima de entender el mundo en el que vivimos para la inmensa mayoría de las personas, incluídas las salidas de la facultad de ciencias. Pese a que Popper menciona que no vivimos en un mero racionalismo social, no discute el hecho de que el cerebro humano no selecciona la información por su veracidad, ni siquiera por el contenido cognitivo, pecando del mentalismo que mencionaba el mismo Skinner al que dedica bastante crítica.

E.O. Wilson dijo sobre el comunismo algo brillante "gran idea, especie equivocada". Igualmente, la democracia teórica (o performativa, por una vez cogeré algo de Butler), es tan buena como el comunismo teórico, o como cualquiera de las muchas novelas sobre utopías políticas escritas a lo largo de los siglos. El poder puede cambiar de nombre, de disfraz, de liturgia... menos del hecho del ejercicio del poder. Habla Popper de la Inquisición, como si el punitivismo carcelario de occidente, la censura científica salvaje que vivimos, o las coacciones para silenciar en medios lo inconveniente fueran hoy menores, por mucho que lo disimulemos más. De hecho afirmo lo contrario de Popper: hoy tenemos la mayor maquinaria de censura de la historia de la humanidad. Nadie se entera de aquel paper censurado, del profesor de universidad silenciado bajo amenazas de perder su empleo, ni de que los "expertos en salud pública" que sale en la tele, ni uno solo de ellos ha estudiado salud pública y todos ellos sirven a estado o industria. Popper peca de complacencia, probablemente porque la segunda mitad del SXX que vivió mostraba una cara más amable que hoy. El proyecto tecnocrático aún no estaba listo para la vigilancia y el control total.

No está en nuestra biología tal búsqueda desinteresada de la verdad filosófica. Interesarse por este mismo libro del que hacemos aquí un comentario, es algo casi extinto. ¿A quién le importa esto? A la mayoría de mis alumnos sanitarios seguro que no. No está ni en lo más remoto de sus cabezas una preocupación de este tipo. No creo que vaya a ligar mucho en una discoteca sacando este asunto, y dudo que vaya a parecerle interesante a nadie si me pongo a hablar de este tipo de cosas. El lenguaje produce posibilidades de acción, pero el cerebro tiene sus propias prioridades de decisión que no son racionales.

En medicina no existe un "la ciencia" dada, sino una comunicación con lenguaje que alude a una observación sobre unos hechos observados o medidos cuyo significado se interpreta en base a la significación de las probabilidades y a las implicaciones. Sobre las mismas observaciones se construyen múltiples discursos, y quien pretende llamar a esa comunicación "la ciencia" solo muestra su ignorancia. Popper solo muestra lo vulgar que llega a ser esta visión positivista que seduce a tanta gente.

Es evidente que Escohotado leyó atentamente a Popper, y tienen parecido su optimismo epistémico, y su racionalismo crítico, así como su anticientificismo. Queda claro lo que podemos hacer con la obra de Popper:

"... Me pueden ayudar. ¡Intenten criticarla tan severa y objetivamente como puedan!". Karl Popper.

Citar como: Bordallo. A. Revisión de Karl Popper. En busca de un mundo mejor. ICNS. Accesible en https://www.icns.es/articulo_karl-popper-en-busca-de-un-mundo-mejor

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