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La microbiota intestinal puede tener una mayor contribución a la configuración de masa grasa visceral que la dieta sola. 

Es la acumulación de grasa abdominal, y específicamente la masa grasa visceral profunda en la cavidad abdominal, la que tiene las consecuencias más perjudiciales para la salud.

El intestino humano alberga miles de millones de bacterias que forman un ecosistema complejo que media en la homeostasis metabólica del huésped. Al influir en el nivel y la variedad de sustratos disponibles para que crezcan las bacterias intestinales, la dieta puede determinar la composición de la microbiota intestinal .

Los estudios de intervención en humanos han demostrado que administrar una sola cepa bacteriana puede desencadenar un aumento de peso reducido sin intervención dietética.

En este estudio, se recopilaron datos de la corte TwinsUK (1760 mujeres gemelas) y se observó que la masa grasa visceral está fuertemente asociada con la composición de la microbiota intestinal y la ingesta de alimentos.

Tras los resultados indican que el impacto de la dieta en la masa grasa visceral depende de la composición de la microbiota intestinal, pero no se aplica la tendencia opuesta. Lo que indica que las bacterias pueden no requerir la presencia de nutrientes para afectar los fenotipos del huésped.

Más del 70% de todos los nutrientes estaban asociados con al menos una unidad taxonómica operativa de alguna especie.

En cuanto a nutrientes, la fibra, la vitamina E, el magnesio y la biotina tienen más probabilidades de requerir la mediación de la microbiota intestinal para afectar la acumulación de grasa visceral.

Por el contrario, el efecto en la grasa visceral de los ácidos grasos trans, el colesterol, triptófano, proteínas y nitrógeno total, no estuvo mediado por la microbiota.

La comparación de veganos y omnívoros ha revelado que, si bien sus firmas metabólicas eran drásticamente diferentes, solo se observaron variaciones sutiles en la composición de la microbiota intestinal. Curiosamente, a pesar de la ausencia de una variación microbiana significativa entre omnívoros y veganos, hubo diferencias clave en sus perfiles de co-metabolitos bacterianos en la orina. Esto sugiere que una dieta omnívora no puede alterar la composición de la microbiota intestinal, sino su actividad metabólica.

El estudio sugiere que, a pesar de la importancia de la dieta y los nutrientes en la configuración de la composición de la microbiota intestinal, el impacto de los microbios intestinales en la masa grasa visceral puede no ser dependiente de los nutrientes en muchos casos. Sin embargo, no se excluye la importancia de los nutrientes para mejorar el crecimiento de microbios beneficiosos y mejorar su efecto en la salud del huésped. 

* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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