Medicina
La suplementación con vitamina D reduce las crisis asmáticas en niños
El asma infantil es una patología inflamatoria crónica que afecta las vías respiratorias, produciendose una obstrucción reversible del flujo aéreo, hiperreactividad bronquial y remodelación estructural, siendo una de las principales causas de consulta médica y hospitalización infantil. Existe una inflamación persistente mediada por células inmunes que liberan mediadores inflamatorios causando edema, hipersecreción de moco y contracción del músculo liso bronquial, lo que provoca síntomas típicos como sibilancias, disnea y tos. Niveles insuficientes de Vitamina D se han asociado con la prevalencia de asma, así como una mayor severidad de síntomas como hiperreactividad, peor función pulmonar y menor respuesta a corticosteroides. Investigaciones recientes han destacado el papel potencial de la vitamina D en el asma infantil debido a acción inmunomoduladora y antiinflamatoria, sugiriendo que su suplementación podría reducir la frecuencia y gravedad de las crisis asmáticas.
Una revisión sistemática y meta-análisis de ensayos clínicos (Fedora et al., 2024) evaluó la eficacia de la suplementación con vitamina D en niños de entre 0 y 18 años diagnosticados con asma. Se incluyeron 10 ensayos clínicos aleatorizados, con más de 1.200 participantes provenientes de distintos países. Los distintos estudios administraron dosis de Vitamina D entre 150 y 4.000 UI diarias, tanto como tratamiento único, o bien en combinación con terapias estándar, en intervenciones cuya duración escila entre 3 y 12 meses. Los parámetros analizados incluyeron la incidencia de crisis asmáticas y la función pulmonar (FEV1). Los grupos control recibieron placebo o tratamiento médico convencional.
Los resultados mostraron que la suplementación con vitamina D redujo el riesgo de exacerbaciones asmáticas significativa (RR=0,62). También se observó una mejora moderada en la función pulmonar, especialmente en niños con deficiencia previa. La comparación de subgrupos muestra que dosis de vitamina D más elevadas (>2000 IU), no parecen ofrecer mayores efectos, lo que sugiere que las dosis típicas según edad ajustadas a las circunstancias clínicas y contextuales individuales son una guía adecuada. El beneficio de la Vitamina D es mayor en tratamientos de corta duración (estudios de menos de seis meses), lo que sugiere que podría ser beneficioso ajustar la administración de Vitamina D a la estacionalidad de las exacerbaciones cuando es posible. La suplementación de vitamina D junto con corticosteroides mostró una reducción significativamente mayor en las exacerbaciones asmáticas comparados con aquellos que recibieron solo corticosteroides. Adicionalmente, la suplementación con vitamina D puede permitir un uso de dosis más bajas de este fármaco, minimizando sus efectos adversos, e incluso disminuyendo la resistencia a los propios corticosteroides mejorando la sensibilidad al propio medicamento.
En conclusión, este meta-análisis muestra que la suplementación con vitamina D es una estrategia terapéutica en el manejo del asma pediátrico. Su acción inmunomoduladora incluye la inducción de células T reguladoras, y la atenuación de respuestas inflamatorias mediadas por las mismas, además de la inhibición de la replicación de virus respiratorios que frecuentemente desencadenan crisis asmáticas. Además, la Vitamina D previene cambios estructurales patológicos en las vías respiratorias, como la hipertrofia muscular y la acumulación de colágeno. Algunas fortalezas son el diseño y la calidad metodológica de los ensayos clínicos, generalmente bueno, lo que aumenta la confianza en los resultados al determinar un bajo riesgo de sesgo. No obstante, la heterogeneidad observada en las dosis, duración del tratamiento y características iniciales de los participantes subraya la necesidad de estudios adicionales para ayudar a establecer las condiciones óptimas de suplementación y su integración con los tratamientos estándar en el manejo del asma pediátrico.
Una revisión sistemática y meta-análisis de ensayos clínicos (Fedora et al., 2024) evaluó la eficacia de la suplementación con vitamina D en niños de entre 0 y 18 años diagnosticados con asma. Se incluyeron 10 ensayos clínicos aleatorizados, con más de 1.200 participantes provenientes de distintos países. Los distintos estudios administraron dosis de Vitamina D entre 150 y 4.000 UI diarias, tanto como tratamiento único, o bien en combinación con terapias estándar, en intervenciones cuya duración escila entre 3 y 12 meses. Los parámetros analizados incluyeron la incidencia de crisis asmáticas y la función pulmonar (FEV1). Los grupos control recibieron placebo o tratamiento médico convencional.
Los resultados mostraron que la suplementación con vitamina D redujo el riesgo de exacerbaciones asmáticas significativa (RR=0,62). También se observó una mejora moderada en la función pulmonar, especialmente en niños con deficiencia previa. La comparación de subgrupos muestra que dosis de vitamina D más elevadas (>2000 IU), no parecen ofrecer mayores efectos, lo que sugiere que las dosis típicas según edad ajustadas a las circunstancias clínicas y contextuales individuales son una guía adecuada. El beneficio de la Vitamina D es mayor en tratamientos de corta duración (estudios de menos de seis meses), lo que sugiere que podría ser beneficioso ajustar la administración de Vitamina D a la estacionalidad de las exacerbaciones cuando es posible. La suplementación de vitamina D junto con corticosteroides mostró una reducción significativamente mayor en las exacerbaciones asmáticas comparados con aquellos que recibieron solo corticosteroides. Adicionalmente, la suplementación con vitamina D puede permitir un uso de dosis más bajas de este fármaco, minimizando sus efectos adversos, e incluso disminuyendo la resistencia a los propios corticosteroides mejorando la sensibilidad al propio medicamento.
En conclusión, este meta-análisis muestra que la suplementación con vitamina D es una estrategia terapéutica en el manejo del asma pediátrico. Su acción inmunomoduladora incluye la inducción de células T reguladoras, y la atenuación de respuestas inflamatorias mediadas por las mismas, además de la inhibición de la replicación de virus respiratorios que frecuentemente desencadenan crisis asmáticas. Además, la Vitamina D previene cambios estructurales patológicos en las vías respiratorias, como la hipertrofia muscular y la acumulación de colágeno. Algunas fortalezas son el diseño y la calidad metodológica de los ensayos clínicos, generalmente bueno, lo que aumenta la confianza en los resultados al determinar un bajo riesgo de sesgo. No obstante, la heterogeneidad observada en las dosis, duración del tratamiento y características iniciales de los participantes subraya la necesidad de estudios adicionales para ayudar a establecer las condiciones óptimas de suplementación y su integración con los tratamientos estándar en el manejo del asma pediátrico.
Fedora, K et al, 2024. Vitamin D supplementation decreases asthma exacerbations in children: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Annals of Medicine, 56(1), 2400313. https://doi.org/10.1080/07853890.2024.2400313
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.