Actividad física
¿Es seguro realizar deporte con alta contaminación del aire?

Una reciente revisión sistemática de estudios ha analizado el efecto de la actividad física sobre la salud en entornos con alta contaminación del aire. La evidencia sugiere que sus efectos protectores se mantienen.
FISIOPATOLOGÍA Y MECANISMOS
La contaminación atmosférica es una de las principales causas de muerte a nivel mundial, con una estimación de alrededor de 7 millones de muertes prematuras cada año, principalmente por enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cerebrovasculares asociadas. Entre los contaminantes más relevantes se encuentran las partículas finas (PM2.5), el dióxido de nitrógeno (NO₂) y el ozono, los cuales producen inflamación sistémica, estrés oxidativo y disfunción endotelial. La actividad física se asocia consistentemente con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y oncológicas, mediante mecanismos como una reducción de la inflamación sistémica, la mejora de la función cardiovascular y respiratoria, y la mejoría de la función del sistema inmunológico. Sin embargo, se ha planteado si el ejercicio en ambientes contaminados podría aumentar la absorción de tóxicos al incrementarse el volumen ventilatorio, produciendo riesgos de salud.ESTUDIO
Una revisión sistemática y meta-análisis (Martin et al., 2025) ha investigado los resultados derivados de ocho estudios de cohorte en diferentes países, los cuales incluyeron más de 1,4 millones de adultos, con seguimientos de entre 10 y 25 años. Cinco estudios analizaron mortalidad por todas las causas, y tres por causas específicas (cardiovasculares, respiratorias y oncológicas). La exposición a contaminantes se estimó mediante modelos espaciotemporales basados en datos satelitales, estaciones de monitoreo y herramientas estadísticas, principalmente centrados en análisis de exposición a partículas finas. La actividad física se midió a través de cuestionarios clasificándola según su intensidad metabólica (METs). Se realizaron tres comparaciones principales: personas expuestas a contaminación sin realizar ejercicio, personas activas en ambientes no contaminados, y personas activas en entornos contaminados. Los modelos se ajustaron por variables clínicas y sociodemográficas.RESULTADOS PRINCIPALES
La exposición a contaminación atmosférica sin actividad física se asoció con un aumento en el riesgo de mortalidad, incrementándose con mayores niveles de contaminación. Contrariamente, incluso en entornos con una alta exposición a contaminantes, la actividad física se asoció con una reducción en la mortalidad frente a quienes permanecieron inactivos, observándose el efecto protector en distintos niveles de actividad física. Igualmente, se halló una relación protectora del ejercicio físico en entornos de baja contaminación. Se encuentra una alta heterogeneidad entre estudios, aunque la certeza de la evidencia (GRADE) fue alta respecto al efecto principal de la actividad física en entornos con contaminación atmosférica, y moderada en la mayoría de los desenlaces secundarios.CONCLUSIÓN Y RELEVANCIA CLÍNICA
En conclusión, este meta-análisis confirma que la actividad física reduce la mortalidad incluso en contextos con alta contaminación atmosférica. Aunque la exposición a contaminantes incrementa el riesgo de muerte, el ejercicio conserva su efecto protector, con magnitudes comparables a las observadas en ambientes no contaminados. No se encontró una relación dosis-respuesta significativa entre el nivel de ejercicio y la reducción de mortalidad en entornos contaminados, aunque los beneficios se observaron incluso con niveles bajos de actividad física. Con todo, a nivel individual, se recomienda buscar entornos para hacer ejercicio con buena calidad del aire, como parques alejados del tráfico. Entre las principales limitaciones destacan la alta heterogeneidad metodológica, la escasa caracterización del tipo de actividad física o del contaminante específico, y la falta de medidas objetivas. Aunque se usaron datos satelitales, la estimación indirecta de la exposición ambiental podría introducir sesgos de clasificación. A pesar de estas limitaciones, los hallazgos de los distintos subgrupos son consistentes. Futuros estudios deberían incorporar medidas objetivas, biomarcadores, e integrar el papel de la infraestructura urbana en la exposición y práctica del ejercicio.
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Referencias:
Martin, L et al, 2025. Physical activity, air pollution, and mortality: A systematic review and meta-analysis. Sports Medicine - Open, 11(35). https://doi.org/10.1186/s40798-025-00830-z
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.