Cargando...

El movimiento diario es mayor predictor de mortalidad que los factores de riesgo tradicionales

Ainhoa Pérez Escobedo
Ainhoa Pérez Escobedo
Psicóloga, Dietista. Máster Neurociencia ICNS
    Alfonso Bordallo
MPH, MSc.
Un nuevo estudio científico revela que el movimiento medido con acelerómetro predice mejor la mortalidad que factores tradicionales como la edad, la diabetes o el tabaquismo. Estos hallazgos refuerzan la importancia del ejercicio físico en la prevención de enfermedades y en la reducción de la mortalidad de la población.

FISIOPATOLOGÍA Y MECANISMOS

La actividad física es un estímulo biológico esperado por el organismo para su autorregulación funcional, proporcionando estímulos biofísicos que activan vías metabólicas que inducen adaptaciones fisiológicas y celulares. Estas adaptaciones de los distintos sistemas del organismo mantienen la funcionalidad cardiovascular, metabólica, inmune, neurológica, musculoesquelética, etc. Por ello, el ejercicio físico protege de forma sistémica el organismo frente a enfermedades crónicas y la pérdida funcional asociada al envejecimiento, lo que supone una reducción del riesgo de mortalidad por múltiples causas. No obstante, aunque el efecto de la actividad física en la mortalidad es consistente tomando los estudios en conjunto, permanecen algunas dudas relativas a posibles limitaciones en la actividad física autorreportada, o la existencia de causalidad inversa. A diferencia de los cuestionarios autoinformados, los acelerómetros de muñeca (acelerometría) permiten la objetivación de la actividad física mediante una medición continua y precisa del movimiento diario, capturando tanto el volumen como los patrones circadianos de la actividad.

ESTUDIO

Un estudio de realizado en Estados Unidos (Leroux et al., 2024) evaluó la capacidad predictiva de la actividad física objetivamente medida sobre la mortalidad por cualquier causa en más de 3500 voluntarios de la cohorte NHANES 2011–2014, con un seguimiento acumulado de más de 24 000 personas-año. Durante siete días, los participantes llevaron acelerómetros de muñeca, produciendo datos cuantitativos minuto a minuto, de los cuales se derivaron ocho indicadores del movimiento tridimensional, incluyendo el volumen total de movimiento, promedios durante las 10 horas más activas y las 5 menos activas del día y medidas del ritmo circadiano. Se recopilaron predictores tradicionales de mortalidad, como edad, comorbilidades, estado funcional, conductas de riesgo, etc.

RESULTADOS PRINCIPALES

Los resultados mostraron que la actividad física objetivada mediante acelerometría fue un mejor predictor del riesgo de mortalidad por cualquier causa que cualquier otro factor tradicionalmente considerado, incluida la edad de la persona. En concreto, la media de movimiento en las 10 horas más activas fue el predictor más fuerte, seguida del volumen total diario de actividad física. Al combinar estas medidas con factores tradicionales, la capacidad predictiva del modelo mejoró significativamente. Adicionalmente, la amplitud relativa del ritmo circadiano, que compara la intensidad de movimiento entre las horas más activas y las menos activas del día, también se asoció con una menor mortalidad. Esto sugiere que un patrón de actividad estable y diferenciado entre el día y la noche puede constituir un marcador sensible del estado general de salud. Los hallazgos fueron consistentes en todos los análisis de validación cruzada, confirmando su robustez. La edad y los problemas de movilidad fueron seleccionados sistemáticamente como predictores clave, mientras que otros factores, como la diabetes o el tabaquismo, solo se incorporaron bajo criterios menos estrictos.

CONCLUSIÓN Y RELEVANCIA CLÍNICA

Estos resultados respaldan que las medidas objetivas de actividad física pueden ser predictores más sólidos de mortalidad que muchos factores tradicionales, por lo que deben integrarse en evaluaciones clínicas para identificar el riesgo en las personas a partir de cierta edad. La fuerte asociación entre patrones regulares de movimiento y menor riesgo de muerte puede explicarse por la influencia de la actividad física sobre múltiples sistemas fisiológicos. Aunque el diseño observacional impide realizar inferencias causales firmes, los hallazgos del estudio son consistentes con estudios previos en NHANES y el Biobanco del Reino Unido, así como revisiones sistemáticas de estudios prospectivos que relacionan actividad física y mortalidad por cualquier causa. Entre las limitaciones del estudio destaca la falta de medición en distintos puntos a lo largo del estudio, el seguimiento limitado, y la ausencia de biomarcadores genéticos y metabólicos. Futuros estudios longitudinales deben explorar estas relaciones en mayor profundidad y evaluar la utilidad clínica de la acelerometría en la práctica diaria con estudios controlados adicionales.
#ejerciciofísico


Referencias:
Leroux, A et al, 2024. NHANES 2011–2014: Objective physical activity is the strongest predictor of all-cause mortality. Medicine & Science in Sports & Exercise, 56(10), 1926–1934. https://doi.org/10.1249/MSS.0000000000003497

* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
CONTACTO
c/Madrid 18. Las Rozas de Madrid
        28231, Madrid.
  91 853 25 99 / 699 52 61 33
  699 52 61 33