Medicina
Incienso: una fuente infravalorada de contaminación en interiores y riesgos de salud
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Ainhoa Pérez Escobedo
Psicóloga, Dietista. Máster Neurociencia ICNS
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MPH, MSc.
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El incienso es una fuente infravalorada de contaminación en interiores. Estudios recientes muestran que su combustión genera partículas y compuestos tóxicos que se han asociado a enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otros efectos negativos para la salud.
Una revisión (Yadav et al., 2022) ha analizado los riesgos asociados a la combustión de incienso, recopilando evidencia de distintos estudios experimentales, observacionales y modelos ambientales. Algunos estudios caracterizaron emisiones de distintos tipos de incienso, se evaluaron exposiciones en hogares y templos (especialmente en Taiwán, China y Hong Kong), además de examinar estudios transversales y estudios experimentales con animales. Se ha encontrado una mayor prevalencia de asma, disfunción pulmonar, síntomas alérgicos y cáncer de pulmón entre otros problemas asociados. También se han documentado asociaciones con mayor mortalidad respiratoria y cardiovascular, trastornos neurológicos y reproductivos. También se reportaron síntomas como cefaleas, fatiga, mareo e irritaciones dérmicas y oculares. La exposición prenatal también se ha asociado con bajo peso al nacer, retraso motor y mayores niveles de IgE en cordón umbilical. Estudios experimentales en animales han mostrado daño pulmonar y epitelial, infiltración de macrófagos inflamatorios, alteraciones testiculares y disminución de parámetros de fertilidad. Algunos de los mecanismos encontrados son un aumento de estrés oxidativo o activación de vías proinflamatorias (aumento de TNF-α, IL-4) en distintos tejidos como pulmón, hígado o riñón.
INCIENSO Y SALUD
El incienso es una preparación aromática generalmente compuesta por resinas vegetales, maderas aromáticas, aceites esenciales y, en ocasiones, fragancias sintéticas. Es diseñado para ser quemado, liberando una mezcla compleja de contaminantes: partículas finas (PM2.5 y menores), compuestos orgánicos volátiles, hidrocarburos aromáticos policíclicos y gases tóxicos como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y de azufre. Además, la combustión incompleta de estos compuestos genera intermediarios reactivos con alta bioactividad. Las emisiones pueden superar los 45 mg de partículas por gramo de incienso, cuadruplicando las de un cigarrillo. Asimismo, las cenizas residuales también representan un problema ambiental. Ricas en metales pesados como plomo, cadmio y mercurio, pueden contaminar cuerpos de agua y aumentar su alcalinidad por la presencia de óxidos de calcio y magnesio. Distintos estudios han documentado que las partículas generadas alcanzan las regiones profundas del aparato respiratorio, induciendo estrés oxidativo e inflamación. Asimismo, distintos estudios han asociado esta práctica con enfermedades respiratorias, cardiovasculares, neurológicas y dermatológicas.Una revisión (Yadav et al., 2022) ha analizado los riesgos asociados a la combustión de incienso, recopilando evidencia de distintos estudios experimentales, observacionales y modelos ambientales. Algunos estudios caracterizaron emisiones de distintos tipos de incienso, se evaluaron exposiciones en hogares y templos (especialmente en Taiwán, China y Hong Kong), además de examinar estudios transversales y estudios experimentales con animales. Se ha encontrado una mayor prevalencia de asma, disfunción pulmonar, síntomas alérgicos y cáncer de pulmón entre otros problemas asociados. También se han documentado asociaciones con mayor mortalidad respiratoria y cardiovascular, trastornos neurológicos y reproductivos. También se reportaron síntomas como cefaleas, fatiga, mareo e irritaciones dérmicas y oculares. La exposición prenatal también se ha asociado con bajo peso al nacer, retraso motor y mayores niveles de IgE en cordón umbilical. Estudios experimentales en animales han mostrado daño pulmonar y epitelial, infiltración de macrófagos inflamatorios, alteraciones testiculares y disminución de parámetros de fertilidad. Algunos de los mecanismos encontrados son un aumento de estrés oxidativo o activación de vías proinflamatorias (aumento de TNF-α, IL-4) en distintos tejidos como pulmón, hígado o riñón.
CONCLUSIONES
En conclusión, la combustión de incienso representa una fuente significativa de contaminación ambiental y un factor de riesgo multisistémico para la salud humana. Los productos de la combustión del incienso inducen estrés oxidativo, inflamación sistémica y alteraciones epiteliales, y su exposición crónica se asocia con enfermedades respiratorias, cardiovasculares, neurológicas, endocrinas y reproductivas. La toxicidad varía según el tipo de incienso (tradicional, ecológico, bakhoor, oud) y depende de su contenido en metales pesados y compuestos orgánicos. Algunos estudios sugieren que su toxicidad podría ser inferior a la del tabaco en relación a la presencia de ciertos contaminantes, no obstante, otros estudios han encontrado que la concentración de partículas ultrafinas liberadas al quemar incienso puede superar a las del tabaco en condiciones equivalentes de volumen y ventilación. Con todo, el efecto acumulativo es preocupante, particularmente en lugares poco ventilados, pudiendo contribuir ampliamente a la contaminación interior de partículas. Mientras que la contaminación ambiental exterior es ampliamente conocida, la contaminación del aire en el interior del hogar es un problema de salud poco reconocido aún, pese a que causa una alta morbimortalidad en la población. Debe restringirse el uso de incienso en interiores, especialmente en espacios poco ventilados y más aún si se expone a personas vulnerables. Son necesarios estudios prospectivos que incluyan medidas longitudinales de las exposición. Asimismo, debe mejorarse la información sobre su composición, etiquetado y uso, así como estudiar las composiciones menos tóxicas.
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Referencias:
Yadav, V. K et al, 2022. Health and Environmental Risks of Incense Smoke: Mechanistic Insights and Cumulative Evidence. Journal of Inflammation Research, 15, 2665–2693. https://doi.org/10.2147/JIR.S347489
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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