Medicina
El ejercicio físico puede disminuir la mortalidad en cáncer de colon en estadio III

Un nuevo estudio de supervivencia en cáncer colorrectal sugiere que el ejercicio regular se asocia a menor mortalidad y menor riesgo de recurrencia tumoral en cáncer de colon en estadio III. Estos hallazgos refuerzan el papel del ejercicio como un pilar fundamental del tratamiento oncológico.
Entre las limitaciones, destaca el diseño observacional del estudio, que impide establecer causalidad. Adicionalmente, la evaluación mediante cuestionarios autoinformados introduce posibles sesgos. La ausencia de datos sobre raza y etnia limita la generalización de los resultados. No obstante, los hallazgos son consistentes con diferentes revisiones sistemáticas en distintos tipos de cáncer, los cuales tienden a mostrar beneficios en la supervivencia. Esto respalda la integración sistemática del ejercicio físico en el tratamiento y seguimiento oncológico, no solo como intervención de apoyo, sino como estrategia terapéutica central. Asombrosamente, existen muy pocos ensayos clínicos controlados de calidad que hayan evaluado el impacto de la actividad física en la supervivencia de distintos tipos de cáncer, pese a que el beneficio potencial sobre la supervivencia y las recurrencias puede estar por encima de muchos fármacos anunciados entre trompetas (Morishita et al, 2020; Davis et al, 2017). El ejercicio físico debería ser parte esencial de las guías clínicas en oncología, y de los tratamientos del sistema de salud. Preferimos no hacer comentarios al respecto.
FISIOPATOLOGÍA Y MECANISMOS
El cáncer de colon es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. Diversos estudios han planteado que la actividad física, más allá de sus efectos generales sobre la salud, puede influir directamente en la evolución clínica de distintos tipos de cáncer. El ejercicio puede modificar el microambiente tumoral, modulando la microbiota tumoral e intestinal, sus metabolitos derivados, así como la inflamación y la inmunidad local. Adicionalmente, la actividad física también tiene efectos sistémicos reduciendo señales proliferativas asociadas al crecimiento tumoral, como distintas adipokinas inflamatorias, el factor de crecimiento tipo insulina (IGF-1), o la propia insulina. Por otro lado, el aumento de mioquinas y exerquinas inducidas por el ejercicio modulan la respuesta de células inmunes innatas y adaptativas, como las células NK o los linfocitos T, lo que podría limitar la diseminación de células tumorales circulantes, traduciéndose en menor tasa de recurrencia y una mayor supervivencia global.ESTUDIO
Un estudio de cohorte anidado (Brown et al., 2025), basado en dos ensayos clínicos del National Cancer Institute, analizó si la actividad física durante y después del tratamiento reduce la brecha de supervivencia entre pacientes con cáncer de colon estadio III y la población general. El análisis incluyó a más de 2.500 pacientes tratados entre 1999 y 2016, con estado funcional conservado y parámetros clínicos dentro de la normalidad. La actividad física se midió mediante cuestionarios validados a mitad del tratamiento y entre los 12 y 14 meses tras la cirugía, clasificando a los participantes en tres grupos según su nivel de actividad física general: <3.0, 3.0–17.9 y ≥18.0 MET-horas/semana. La supervivencia observada se comparó con la esperada en la población general emparejada por edad, sexo y año de diagnóstico con datos del National Center for Health Statistics, aplicando análisis estratificados por cohorte y recurrencia tumoral.RESULTADOS PRINCIPALES
Los resultados mostraron una asociación clara entre mayor actividad física y menor diferencia de supervivencia respecto a la población general. En pacientes sin recurrencia al tercer año, el grupo más activo incluso presentó una supervivencia superior frente a sus pares no oncológicos. Las razones estandarizadas de mortalidad mostraron una relación dosis-respuesta: en ausencia de recurrencia, la mortalidad frente a pares no oncológicos en el grupo menos activo fue superior, reduciéndose en el grupo más activo hasta una mortalidad inferior a la población no oncológica. En pacientes con recurrencia, el ejercicio también se asoció con menor mortalidad en las distintas evaluaciones anuales de supervivencia, aunque las razones estandarizadas de mortalidad se mantuvieron elevadas, asociadas a la malignidad de las recurrencias. La supervivencia a tres años fue superior al 97% en el grupo más activo sin recurrencia. En los grupos con recurrencia, la supervivencia descendió de forma importante, no obstante, la supervivencia fue aproximadamente un 40% mayor en el grupo más activo respecto al grupo menos activo.CONCLUSIÓN Y RELEVANCIA CLÍNICA
Estos hallazgos sugieren que la actividad física regular puede reducir de forma significativa la brecha de supervivencia en cáncer de colon estadio III, especialmente en ausencia de recurrencia, reforzando la idea de que puede prevenir o retrasar la progresión tumoral. No obstante, en pacientes con recaída, el ejercicio también se asoció con mejor pronóstico y menor mortalidad, lo que respalda el efecto modulador potencial sobre la propia progresión tumoral. La relación dosis-respuesta observada refuerza la hipótesis de un mecanismo fisiológico subyacente.Entre las limitaciones, destaca el diseño observacional del estudio, que impide establecer causalidad. Adicionalmente, la evaluación mediante cuestionarios autoinformados introduce posibles sesgos. La ausencia de datos sobre raza y etnia limita la generalización de los resultados. No obstante, los hallazgos son consistentes con diferentes revisiones sistemáticas en distintos tipos de cáncer, los cuales tienden a mostrar beneficios en la supervivencia. Esto respalda la integración sistemática del ejercicio físico en el tratamiento y seguimiento oncológico, no solo como intervención de apoyo, sino como estrategia terapéutica central. Asombrosamente, existen muy pocos ensayos clínicos controlados de calidad que hayan evaluado el impacto de la actividad física en la supervivencia de distintos tipos de cáncer, pese a que el beneficio potencial sobre la supervivencia y las recurrencias puede estar por encima de muchos fármacos anunciados entre trompetas (Morishita et al, 2020; Davis et al, 2017). El ejercicio físico debería ser parte esencial de las guías clínicas en oncología, y de los tratamientos del sistema de salud. Preferimos no hacer comentarios al respecto.
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Referencias:
Brown, J. C et al, 2025. The association of physical activity with survival in colon cancer versus a matched general population: Data from Cancer and Leukemia Group B 89803 and 80702 (Alliance). Cancer, e35727. https://doi.org/10.1002/cncr.35727
Morishita, S et al, 2020. Effect of Exercise on Mortality and Recurrence in Patients With Cancer: A Systematic Review and Meta-Analysis. Integrative cancer therapies, 19, 1534735420917462. https://doi.org/10.1177/1534735420917462
Davis, C et al, 2017. Availability of evidence of benefits on overall survival and quality of life of cancer drugs approved by European Medicines Agency: retrospective cohort study of drug approvals 2009-13. BMJ (Clinical research ed.), 359, j4530. https://doi.org/10.1136/bmj.j4530
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.