Neurociencia y Psicología
El ejercicio aeróbico mejora la cognición en personas con esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta significativamente a la función psicológica y la calidad de vida de quienes la padecen. Los tratamientos farmacológicos usuales son insuficientes para manejar el conjunto de las manifestaciones neurocognitivas y afectivas, particularmente la sintomatología negativa y la cognitiva. La actividad física produce distintos efectos neurales, entre ellos la producción de factores neurotróficos como el BDNF que estimula la neurogénesis y la plasticidad sináptica, el aumento del flujo sanguíneo cerebral, y la regulación de procesos oxidativos e inflamatorios, ambos vinculados con el deterioro cognitivo. Además, el ejercicio puede mejorar síntomas negativos y el estado de ánimo, promoviendo la motivación para participar en actividades de la vida diaria.
Un meta-análisis de ensayos clínicos (Shimada et al., 2022) evaluó los efectos del ejercicio aeróbico en la cognición de pacientes con esquizofrenia, incluyendo 15 estudios controlados con casi 600 voluntarios. Los participantes se dividieron en grupos de intervención, que realizaron sesiones supervisadas de ejercicio aeróbico, y grupos de control, que participaron en actividades alternativas como estiramientos, ejercicios de equilibrio o tratamientos convencionales. Las sesiones de ejercicio aeróbico, con una duración promedio de 50 minutos, se realizaron entre dos y tres veces por semana y las intervenciones variaron entre 1 y 6 meses. Se utilizaron distintas medidas cognitivas y se incluyeron dominios específicos como atención, memoria de trabajo, aprendizaje verbal, velocidad de procesamiento y razonamiento.
Los resultados mostraron que el ejercicio aeróbico produjo una mejora significativa en la cognición global en comparación con las actividades control. Los dominios más beneficiados fueron la atención, la memoria de trabajo y el aprendizaje verbal, reflejando mejoras en la concentración, la manipulación de información y la capacidad para adquirir y recordar información verbal. Adicionalmente, se observó que las intervenciones supervisadas por entrenadores especializados tuvieron un impacto superior frente a aquellas dirigidas por personas sin formación específica. También se identificó una relación dosis-respuesta: efectos significativos se observaron con al menos 90 minutos de ejercicio semanal durante 12 semanas, mientras que intervenciones de menor duración o intensidad no mostraron resultados relevantes. Los ejercicios grupales supervisados parecen ser más efectivos, quizás por existir una interacción social y una estructura, pudiendo mejorar síntomas psicológicos y sociales comunes en la esquizofrenia. Esto supone que los programas supervisados con estructura, un mayor volumen de ejercicio semanal, y la realización ejercicios en grupo, pueden tener efectos mayores.
En conclusión, este meta-análisis sugiere que el ejercicio aeróbico tiene un efecto positivo en la cognición de personas con esquizofrenia, particularmente en dominios como la atención y la memoria de trabajo. Incorporar esta actividad como parte del tratamiento podría no solo mejorar las habilidades cognitivas, sino también el bienestar psicológico general y la interacción social. No obstante, deben considerarse las limitaciones de los estudios incluidos, como la heterogeneidad en las metodologías de evaluación y las distintas modalidades de ejercicio, así como el tamaño reducido de las muestras en algunos de los ensayos, lo que limita la generalización de los hallazgos. Futuras investigaciones deben estudiar intervenciones con distintas actividades y métodos para documentar el tipo de ejercicio más beneficioso. La combinación de ejercicio aeróbico con otras estrategias de rehabilitación cognitiva podría representar un enfoque integral para mejorar la calidad de vida de esta población.
Un meta-análisis de ensayos clínicos (Shimada et al., 2022) evaluó los efectos del ejercicio aeróbico en la cognición de pacientes con esquizofrenia, incluyendo 15 estudios controlados con casi 600 voluntarios. Los participantes se dividieron en grupos de intervención, que realizaron sesiones supervisadas de ejercicio aeróbico, y grupos de control, que participaron en actividades alternativas como estiramientos, ejercicios de equilibrio o tratamientos convencionales. Las sesiones de ejercicio aeróbico, con una duración promedio de 50 minutos, se realizaron entre dos y tres veces por semana y las intervenciones variaron entre 1 y 6 meses. Se utilizaron distintas medidas cognitivas y se incluyeron dominios específicos como atención, memoria de trabajo, aprendizaje verbal, velocidad de procesamiento y razonamiento.
Los resultados mostraron que el ejercicio aeróbico produjo una mejora significativa en la cognición global en comparación con las actividades control. Los dominios más beneficiados fueron la atención, la memoria de trabajo y el aprendizaje verbal, reflejando mejoras en la concentración, la manipulación de información y la capacidad para adquirir y recordar información verbal. Adicionalmente, se observó que las intervenciones supervisadas por entrenadores especializados tuvieron un impacto superior frente a aquellas dirigidas por personas sin formación específica. También se identificó una relación dosis-respuesta: efectos significativos se observaron con al menos 90 minutos de ejercicio semanal durante 12 semanas, mientras que intervenciones de menor duración o intensidad no mostraron resultados relevantes. Los ejercicios grupales supervisados parecen ser más efectivos, quizás por existir una interacción social y una estructura, pudiendo mejorar síntomas psicológicos y sociales comunes en la esquizofrenia. Esto supone que los programas supervisados con estructura, un mayor volumen de ejercicio semanal, y la realización ejercicios en grupo, pueden tener efectos mayores.
En conclusión, este meta-análisis sugiere que el ejercicio aeróbico tiene un efecto positivo en la cognición de personas con esquizofrenia, particularmente en dominios como la atención y la memoria de trabajo. Incorporar esta actividad como parte del tratamiento podría no solo mejorar las habilidades cognitivas, sino también el bienestar psicológico general y la interacción social. No obstante, deben considerarse las limitaciones de los estudios incluidos, como la heterogeneidad en las metodologías de evaluación y las distintas modalidades de ejercicio, así como el tamaño reducido de las muestras en algunos de los ensayos, lo que limita la generalización de los hallazgos. Futuras investigaciones deben estudiar intervenciones con distintas actividades y métodos para documentar el tipo de ejercicio más beneficioso. La combinación de ejercicio aeróbico con otras estrategias de rehabilitación cognitiva podría representar un enfoque integral para mejorar la calidad de vida de esta población.
Shimada, T et al (2022). Aerobic exercise and cognitive functioning in schizophrenia: An updated systematic review and meta-analysis. Psychiatry Research, 314, 114656. https://doi.org/10.1016/j.psychres.2022.114656
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.