Nutrición
¿Qué determina que elijamos beber café, cerveza o refrescos?
La mayoría de las bebidas tienen un sabor amargo o dulce. La percepción del gusto y las preferencias son hereditarias y determinantes en la elección y consumo de bebidas.
Las bebidas como el café, el té, los refrescos, la cerveza y el vino son muy consumidas y presentan una fuente de energía, nutrientes y fitoquímicos.
Por ejemplo, el consumo de café o té se ha asociado inversamente a la enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2, deterioro cognitivo, cánceres específicos y mortalidad (entre otros). En contra, las bebidas endulzadas contienen una gran cantidad de azúcar agregada y suponen un factor de riesgo bien conocido para la enfermedad cardiometabólica.
En un estudio anterior, se informó que la percepción amarga se asoció causalmente con el consumo de café, té y alcohol. También que la variación en los receptores de sabor dulce (como TAR1R2) se relaciona con la ingesta de azúcar en la dieta.
Se ha realizado un estudio de asociación de genoma completo del consumo de bebidas dulces y amargas autoinformadas entre 370.000 participantes. Las bebidas amargas incluían café, té, zumo de naranja, vino tinto, licor y cerveza. Las bebidas dulces incluían las bebidas endulzadas artificialmente y con azúcar y los zumos que no eran de naranja.
Encontraron que las personas con una variante en un gen, llamado FTO (relacionada con un menor riesgo de obesidad) sorprendentemente prefieren las bebidas endulzadas con azúcar.
"Es contraintuitivo. FTO ha sido un gen misterioso, y no sabemos exactamente cómo está relacionado con la obesidad. Es probable que desempeñe un papel en el comportamiento, que estaría vinculado a la gestión del peso , declaró uno de los autores.
En este estudio de asociación de genoma más completo sobre el consumo de bebidas, los investigadores sugieren que las variantes genéticas relacionadas con el consumo de café, el consumo de alcohol y la obesidad fueron determinantes primarios del consumo de bebidas amargas y dulces.
Las bebidas como el café, el té, los refrescos, la cerveza y el vino son muy consumidas y presentan una fuente de energía, nutrientes y fitoquímicos.
Por ejemplo, el consumo de café o té se ha asociado inversamente a la enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2, deterioro cognitivo, cánceres específicos y mortalidad (entre otros). En contra, las bebidas endulzadas contienen una gran cantidad de azúcar agregada y suponen un factor de riesgo bien conocido para la enfermedad cardiometabólica.
En un estudio anterior, se informó que la percepción amarga se asoció causalmente con el consumo de café, té y alcohol. También que la variación en los receptores de sabor dulce (como TAR1R2) se relaciona con la ingesta de azúcar en la dieta.
Se ha realizado un estudio de asociación de genoma completo del consumo de bebidas dulces y amargas autoinformadas entre 370.000 participantes. Las bebidas amargas incluían café, té, zumo de naranja, vino tinto, licor y cerveza. Las bebidas dulces incluían las bebidas endulzadas artificialmente y con azúcar y los zumos que no eran de naranja.
Encontraron que las personas con una variante en un gen, llamado FTO (relacionada con un menor riesgo de obesidad) sorprendentemente prefieren las bebidas endulzadas con azúcar.
"Es contraintuitivo. FTO ha sido un gen misterioso, y no sabemos exactamente cómo está relacionado con la obesidad. Es probable que desempeñe un papel en el comportamiento, que estaría vinculado a la gestión del peso , declaró uno de los autores.
En este estudio de asociación de genoma más completo sobre el consumo de bebidas, los investigadores sugieren que las variantes genéticas relacionadas con el consumo de café, el consumo de alcohol y la obesidad fueron determinantes primarios del consumo de bebidas amargas y dulces.
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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