Medicina
La administración de cuerpos cetónicos puede mejorar la función cardiovascular en insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca se caracteriza por alteraciones en el metabolismo energético del corazón, limitando su capacidad para generar la energía necesaria y mantener una función adecuada. En condiciones normales, los ácidos grasos son la principal fuente energética de este órgano, sin embargo, en la insuficiencia cardíaca, la flexibilidad metabólica disminuye y recurre a fuentes alternativas como la glucosa y los cuerpos cetónicos. Estos últimos, especialmente el β-hidroxibutirato, se generan en el hígado mediante la oxidación de ácidos grasos durante el ayuno, dietas bajas en carbohidratos o tras la administración de suplementos exógenos. Los cuerpos cetónicos son una fuente energética eficiente, ya que generan más adenosín trifosfato por molécula de oxígeno consumido en comparación con la glucosa o los ácidos grasos. Además, modulan procesos inflamatorios, reducen el estrés oxidativo, mejoran la función mitocondrial y favorecen la reparación celular. Sin embargo, su impacto terapéutico está aún poco establecido.
Una revisión sistemática y meta-análisis reciente (Lv et al., 2025) ha evaluado los efectos de la intervención con cuerpos cetónicos en la función cardíaca y hemodinámica de pacientes con insuficiencia cardíaca. Se analizaron 7 ensayos clínicos aleatorizados con más de 100 participantes, incluyendo pacientes con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida, choque cardiogénico, hipertensión arterial pulmonar y personas sin patologías diagnosticadas. Las intervenciones consistieron en la administración de cuerpos cetónicos exógenos mediante ésteres de cetona o infusiones de β-hidroxibutirato, con protocolos que variaron desde administraciones agudas dos semanas. Los grupos control recibieron placebos o soluciones sin contenido energético. Se evaluaron parámetros de función cardíaca mediante ecocardiografía, variables hemodinámicas mediante técnicas estandarizadas, y parámetros metabólicos.
Los resultados mostraron mejoras significativas y consistentes en la función cardíaca en los grupos a los que se administraron cetonas, con incrementos en la fracción de eyección, el gasto cardíaco y el volumen sistólico, tanto en pacientes con insuficiencia cardíaca como en sujetos sanos. También se observó una reducción en la resistencia vascular sistémica y en la presión capilar pulmonar en cuña, lo que indica una menor carga sobre el ventrículo izquierdo, sin cambios relevantes en la presión arterial media. En cuanto a los biomarcadores metabólicos, se muestra una tendencia hacia la reducción del péptido natriurético cerebral, sin embargo proviene de un número bajo de estudios que reportan esta medida y no alcanza significación. Se redujeron los niveles de ácidos grasos libres e incrementó los de lactato y pH, sin modificaciones significativas en insulina, glucosa y potasio. No se reportaron efectos adversos graves, aunque algunos participantes experimentaron síntomas leves como cefalea y molestias gastrointestinales. La adherencia al tratamiento fue alta.
En conclusión, la terapia con cuerpos cetónicos podría mejorar la función sistólica y los parámetros hemodinámicos en pacientes con insuficiencia cardíaca, posicionándose como una estrategia terapéutica emergente. Estos hallazgos coinciden con investigaciones preclínicas que han demostrado su capacidad para mejorar la contractilidad miocárdica y promover la vasodilatación. No obstante, existen aún algunas limitaciones. La mayoría de los ensayos evaluaron efectos agudos, lo que limita la extrapolación a intervenciones más prolongadas y deben considerarse los resultados como preliminares. Solo uno de los estudios con una duración de 14 días evidenció algunos efectos sostenidos en la reducción de la carga cardíaca, lo que sugiere que intervenciones prolongadas podrían tener impacto positivo a largo plazo. No se analizaron en detalle las concentraciones plasmáticas de cuerpos cetónicos, lo que podría dar información clínica relevante para la aplicación clínica. Por tanto, se requieren ensayos clínicos con periodos de intervención prolongados y condiciones de estudio concretas que permitan confirmar estos hallazgos y su potencial traslación a la práctica clínica.
Una revisión sistemática y meta-análisis reciente (Lv et al., 2025) ha evaluado los efectos de la intervención con cuerpos cetónicos en la función cardíaca y hemodinámica de pacientes con insuficiencia cardíaca. Se analizaron 7 ensayos clínicos aleatorizados con más de 100 participantes, incluyendo pacientes con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida, choque cardiogénico, hipertensión arterial pulmonar y personas sin patologías diagnosticadas. Las intervenciones consistieron en la administración de cuerpos cetónicos exógenos mediante ésteres de cetona o infusiones de β-hidroxibutirato, con protocolos que variaron desde administraciones agudas dos semanas. Los grupos control recibieron placebos o soluciones sin contenido energético. Se evaluaron parámetros de función cardíaca mediante ecocardiografía, variables hemodinámicas mediante técnicas estandarizadas, y parámetros metabólicos.
Los resultados mostraron mejoras significativas y consistentes en la función cardíaca en los grupos a los que se administraron cetonas, con incrementos en la fracción de eyección, el gasto cardíaco y el volumen sistólico, tanto en pacientes con insuficiencia cardíaca como en sujetos sanos. También se observó una reducción en la resistencia vascular sistémica y en la presión capilar pulmonar en cuña, lo que indica una menor carga sobre el ventrículo izquierdo, sin cambios relevantes en la presión arterial media. En cuanto a los biomarcadores metabólicos, se muestra una tendencia hacia la reducción del péptido natriurético cerebral, sin embargo proviene de un número bajo de estudios que reportan esta medida y no alcanza significación. Se redujeron los niveles de ácidos grasos libres e incrementó los de lactato y pH, sin modificaciones significativas en insulina, glucosa y potasio. No se reportaron efectos adversos graves, aunque algunos participantes experimentaron síntomas leves como cefalea y molestias gastrointestinales. La adherencia al tratamiento fue alta.
En conclusión, la terapia con cuerpos cetónicos podría mejorar la función sistólica y los parámetros hemodinámicos en pacientes con insuficiencia cardíaca, posicionándose como una estrategia terapéutica emergente. Estos hallazgos coinciden con investigaciones preclínicas que han demostrado su capacidad para mejorar la contractilidad miocárdica y promover la vasodilatación. No obstante, existen aún algunas limitaciones. La mayoría de los ensayos evaluaron efectos agudos, lo que limita la extrapolación a intervenciones más prolongadas y deben considerarse los resultados como preliminares. Solo uno de los estudios con una duración de 14 días evidenció algunos efectos sostenidos en la reducción de la carga cardíaca, lo que sugiere que intervenciones prolongadas podrían tener impacto positivo a largo plazo. No se analizaron en detalle las concentraciones plasmáticas de cuerpos cetónicos, lo que podría dar información clínica relevante para la aplicación clínica. Por tanto, se requieren ensayos clínicos con periodos de intervención prolongados y condiciones de estudio concretas que permitan confirmar estos hallazgos y su potencial traslación a la práctica clínica.
Lv, T et al, 2025. Targeting ketone body metabolism improves cardiac function and hemodynamics in patients with heart failure: A systematic review and meta-analysis. Nutrition Reviews, 00(0), 1–12. https://doi.org/10.1093/nutrit/nuae179
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.