Medicina
El consumo de crucíferas puede mejorar la hipertensión leve
La hipertensión está relacionada con la pérdida de la funcionalidad vascular, siendo uno de los principales factores de riesgo para diversas enfermedades cardiovasculares, aumentando su prevalencia con la edad. Algunas verduras crucíferas como el brócoli, la coliflor o la rúcula, poseen nutrientes que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pudiendo mejorar la función endotelial y las adaptaciones vasculares, reduciendo la formación de placas ateroscleróticas. El sulforafano, la vitamina K y los nitratos, presentes en estos vegetales podrían estar involucrados en estos efectos, favoreciendo la vasodilatación y la reducción de la resistencia vascular.
El estudio VESSEL, realizado en Australia (Connolly et al., 2024) evaluó el impacto del consumo de crucíferas en la presión arterial de 18 adultos mayores con hipertensión leve. Se utilizó un diseño controlado, aleatorizado, y cruzado, lo que significa que ambos grupos realizaron la intervención y el control en distintas semanas, lo que añade fuerza a los resultados. Los participantes del grupo de intervención siguieron durante dos semanas una dieta rica en crucíferas (brócoli, col rizada, coliflor, repollo), y los del grupo de control una dieta basada en patatas, zanahorias, batatas y calabaza. Tras dos semanas de descanso, los grupos intercambiaron la dieta. Se midió la presión arterial braquial y aórtica de los participantes de forma continua durante 24 horas mediante dispositivos portátiles.
Los resultados mostraron que los participantes que consumieron la dieta rica en crucíferas tuvieron una reducción significativa en la presión arterial sistólica, tanto medida en el brazo como en la arteria aorta. La diferencia fue mayor durante el día, no observándose diferencias significativas en la presión arterial sistólica nocturna. En cuanto a la presión diastólica, no hubo diferencias la medida braquial braquial entre los grupos, observándose un aumento en la presión diastólica aórtica en el grupo de crucíferas, lo que requiere un estudio adicional.
En conclusión, este estudio sugiere que el consumo regular de crucíferas puede reducir la presión arterial sistólica en adultos con hipertensión leve. Uno de los puntos fuertes del estudio es su diseño cruzado, así como la verificación de la ingesta mediante biomarcadores en sangre y orina además de un registro alimentario. Aunque no se comprenden completamente los mecanismos detrás de estos efectos, los glucosinolatos y sus derivados, como el sulforafano, pueden tener un papel directo al actuar como donadores de sulfuro de hidrógeno, una molécula que promueve la vasodilatación. Esto puede explorarse adicionalmente con suplementos de extractos, lo cual ofrecería otra linea adicional de evidencia. Entre las limitaciones, casi toda la muestra estuvo formada por mujeres, y la muestra de personas fue inferior a lo planificado, lo que limita la generalización de los resultados. Futuros estudios con muestras más amplias y diversas deben aún estudiar las diferencias sistólicas y diastólicas en mayor profundidad con distintas severidades de hipertensión.
El estudio VESSEL, realizado en Australia (Connolly et al., 2024) evaluó el impacto del consumo de crucíferas en la presión arterial de 18 adultos mayores con hipertensión leve. Se utilizó un diseño controlado, aleatorizado, y cruzado, lo que significa que ambos grupos realizaron la intervención y el control en distintas semanas, lo que añade fuerza a los resultados. Los participantes del grupo de intervención siguieron durante dos semanas una dieta rica en crucíferas (brócoli, col rizada, coliflor, repollo), y los del grupo de control una dieta basada en patatas, zanahorias, batatas y calabaza. Tras dos semanas de descanso, los grupos intercambiaron la dieta. Se midió la presión arterial braquial y aórtica de los participantes de forma continua durante 24 horas mediante dispositivos portátiles.
Los resultados mostraron que los participantes que consumieron la dieta rica en crucíferas tuvieron una reducción significativa en la presión arterial sistólica, tanto medida en el brazo como en la arteria aorta. La diferencia fue mayor durante el día, no observándose diferencias significativas en la presión arterial sistólica nocturna. En cuanto a la presión diastólica, no hubo diferencias la medida braquial braquial entre los grupos, observándose un aumento en la presión diastólica aórtica en el grupo de crucíferas, lo que requiere un estudio adicional.
En conclusión, este estudio sugiere que el consumo regular de crucíferas puede reducir la presión arterial sistólica en adultos con hipertensión leve. Uno de los puntos fuertes del estudio es su diseño cruzado, así como la verificación de la ingesta mediante biomarcadores en sangre y orina además de un registro alimentario. Aunque no se comprenden completamente los mecanismos detrás de estos efectos, los glucosinolatos y sus derivados, como el sulforafano, pueden tener un papel directo al actuar como donadores de sulfuro de hidrógeno, una molécula que promueve la vasodilatación. Esto puede explorarse adicionalmente con suplementos de extractos, lo cual ofrecería otra linea adicional de evidencia. Entre las limitaciones, casi toda la muestra estuvo formada por mujeres, y la muestra de personas fue inferior a lo planificado, lo que limita la generalización de los resultados. Futuros estudios con muestras más amplias y diversas deben aún estudiar las diferencias sistólicas y diastólicas en mayor profundidad con distintas severidades de hipertensión.
Connolly, E.L et al. Cruciferous vegetables lower blood pressure in adults with mildly elevated blood pressure in a randomized, controlled, crossover trial: the VEgetableS for vaScular hEaLth (VESSEL) study. BMC Med 22, 353 (2024). https://doi.org/10.1186/s12916-024-03577-8
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.