Medicina
Creciente acumulación de microplásticos en el cerebro humano

Los microplásticos y nanoplásticos son partículas de polímeros sintéticos que varían entre 1 nm y 500 µm, las cuales se originan a partir de la degradación de plásticos y procesos industriales. Su acumulación en el medio ambiente ha crecido exponencialmente, ingresando al organismo mediante ingestión, inhalación y absorción dérmica. Algunas nanopartículas tienen la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica, lo que implica una relación potencial con patologías neurodegenerativas mediante mecanismos como neuroinflamación y estrés oxidativo. No obstante, la distribución y concentración de estas sustancias en el sistema nervioso no ha sido caracterizada con precisión.
Un análisis post mortem realizado en Estados Unidos (Nihart et al., 2024) ha evaluado la presencia y concentración de microplásticos y nanoplásticos en el hígado, riñón y corteza cerebral, mediante muestras obtenidas a partir de autopsias entre 2016 y 2024. Se incluyeron muestras de pacientes con distintos tipos de demencia diagnosticada entre 2019 y 2024, así como tejidos cerebrales adicionales recolectados entre 1997 y 2013. Para identificar y cuantificar los microplásticos se emplearon técnicas avanzadas de microscopía electrónica y análisis químicos, comparando los hallazgos con 12 polímeros plásticos comunes, como polietileno, polipropileno y policloruro de vinilo, entre otros.
Los resultados mostraron que La concentración total de microplásticos en el cerebro aumentó aproximadamente un 50% entre 2016 y 2024. Las muestras cerebrales de la cohorte 1997-2013 presentaban concentraciones significativamente menores en comparación con las obtenidas entre 2016 y 2024, lo que sugiere un incremento progresivo en la exposición ambiental. La concentración de microplásticos y nanoplásticos en la corteza cerebral fueron entre 7 y 30 veces mayores que en hígado y riñón, dependiendo del polímero y el año analizado, con el polietileno como el polímero predominante, representando aproximadamente el 75% de las partículas identificadas. Otro hallazgo preocupante es que existe una mayor concentración de microplásticos y nanoplásticos en personas con demencia respecto a muestras cerebrales sin patología neurológica. También se observó una notable acumulación de microplásticos en las paredes de los vasos sanguíneos y en células inmunitarias.
En conclusión, este estudio evidencia la creciente bioacumulación de microplásticos y nanoplásticos en el cerebro humano. La mayor acumulación de estas partículas en muestras patológicas plantea su posible papel causal en los procesos neurodegenerativos. Aunque el estudio no permite determinar la relación temporal para establecer causalidad, el hallazgo es muy preocupante dada la acumulación creciente de estas sustancias en el organismo. Futuros estudios deben investigar la relación temporal, es decir, si la acumulación de microplásticos produce patología neurológica, o bien la patología neurológica favorece la acumulación cerebral debido a mayor permeabilidad y menor capacidad de eliminación. Es probable que se produzcan ambas. Si bien los mecanismos de traslocación cerebral no están completamente definidos, estudios en modelos animales sugieren que rutas como la endocitosis mediada por clatrina y la macropinocitosis podrían estar involucradas. No obstante, la posible degradación de polímeros durante el procesamiento podría haber subestimado sus concentraciones reales. Dada la creciente exposición y bioacumulación de microplásticos, se hace urgente ampliar el estudio de estas sustancias sobre la salud.
Un análisis post mortem realizado en Estados Unidos (Nihart et al., 2024) ha evaluado la presencia y concentración de microplásticos y nanoplásticos en el hígado, riñón y corteza cerebral, mediante muestras obtenidas a partir de autopsias entre 2016 y 2024. Se incluyeron muestras de pacientes con distintos tipos de demencia diagnosticada entre 2019 y 2024, así como tejidos cerebrales adicionales recolectados entre 1997 y 2013. Para identificar y cuantificar los microplásticos se emplearon técnicas avanzadas de microscopía electrónica y análisis químicos, comparando los hallazgos con 12 polímeros plásticos comunes, como polietileno, polipropileno y policloruro de vinilo, entre otros.
Los resultados mostraron que La concentración total de microplásticos en el cerebro aumentó aproximadamente un 50% entre 2016 y 2024. Las muestras cerebrales de la cohorte 1997-2013 presentaban concentraciones significativamente menores en comparación con las obtenidas entre 2016 y 2024, lo que sugiere un incremento progresivo en la exposición ambiental. La concentración de microplásticos y nanoplásticos en la corteza cerebral fueron entre 7 y 30 veces mayores que en hígado y riñón, dependiendo del polímero y el año analizado, con el polietileno como el polímero predominante, representando aproximadamente el 75% de las partículas identificadas. Otro hallazgo preocupante es que existe una mayor concentración de microplásticos y nanoplásticos en personas con demencia respecto a muestras cerebrales sin patología neurológica. También se observó una notable acumulación de microplásticos en las paredes de los vasos sanguíneos y en células inmunitarias.
En conclusión, este estudio evidencia la creciente bioacumulación de microplásticos y nanoplásticos en el cerebro humano. La mayor acumulación de estas partículas en muestras patológicas plantea su posible papel causal en los procesos neurodegenerativos. Aunque el estudio no permite determinar la relación temporal para establecer causalidad, el hallazgo es muy preocupante dada la acumulación creciente de estas sustancias en el organismo. Futuros estudios deben investigar la relación temporal, es decir, si la acumulación de microplásticos produce patología neurológica, o bien la patología neurológica favorece la acumulación cerebral debido a mayor permeabilidad y menor capacidad de eliminación. Es probable que se produzcan ambas. Si bien los mecanismos de traslocación cerebral no están completamente definidos, estudios en modelos animales sugieren que rutas como la endocitosis mediada por clatrina y la macropinocitosis podrían estar involucradas. No obstante, la posible degradación de polímeros durante el procesamiento podría haber subestimado sus concentraciones reales. Dada la creciente exposición y bioacumulación de microplásticos, se hace urgente ampliar el estudio de estas sustancias sobre la salud.
Nihart, A. J et al, 2024. Bioaccumulation of microplastics in decedent human brains. Nature Medicine. https://doi.org/10.1038/s41591-024-03453-1
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.