Neurociencia y Psicología
Por qué el consumo repetido de vídeos cortos produce cambios negativos en el sistema nervioso
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Ainhoa Pérez
Psicóloga, Dietista. Máster Neurociencia ICNS
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MPH, MSc.
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Las plataformas de vídeos cortos como TikTok, reels de Instagram y YouTube shorts inducen un consumo audiovisual impulsivo que puede llegar a traducirse en patrones de uso adictivos. De ahí su diseño, y su éxito. La estructura de estas plataformas produce una dinámica de señales y procesos estímulo-respuesta que generan un proceso de condicionamiento sobre el sistema nervioso. Neurobiológicamente, este proceso de gratificación inmediata es cercano a la estimulación que producen los juegos de azar, induciendo un uso compulsivo. La mayor preocupación es que, dado el carácter adaptativo del cerebro, esta actividad repetida pueda producir cambios crónicos en el procesamiento neuronal mediante neuroplasticidad, particularmente en el sistema nervioso en crecimiento, aunque también en adultos.
Las plataformas digitales se han construido a partir del análisis de los patrones de interacción de los usuarios para aumentar la captación atencional, las interacciones, y la retención, mediante el diseño estratégico de desplazamiento táctil rápido, retroalimentación inmediata, algoritmos personalizados que adaptan el contenido al usuario, etc. Por otro lado, estas plataformas fuerzan a los usuarios a producir contenidos audiovisuales que favorezcan la interacción, recompensando mediante algoritmos la visibilidad de contenidos basados en transiciones rápidas, mensajes emocionales y efectos visuales que favorezcan el consumo impulsivo, a su vez penalizando la producción de otro tipo de contenidos. Se ha denominado "TikTok brain" al patrón neuropsicológico de gratificación artificial caracterizado por impulsividad, preferencia por la novedad, baja tolerancia a la demora de la recompensa y dificultad para mantener la atención, asemejándose a otros patrones de conducta adictiva.
A nivel neurobiológico, estos vídeos y señales asociadas de la plataforma actúan como estímulos que activan respuestas de liberación de dopamina, mediante un ciclo atención a estímulos, activación fisiológica, deseo, activación de respuestas conductuales (interactuar), y placer consumatorio (vídeo divertido, cotilleo, etc). Todos los elementos de este ciclo producen picos fásicos de dopamina creando un ciclo de expectativa, consumación, necesidad de nueva expectativa, etc. Con ello se mantiene la visualización compulsiva, reforzando el ciclo constante de consumación y búsqueda de nuevos estímulos, mediados por picos de dopamina. Esto va creando neuroadaptaciones, una reconfiguración de las neuronas que son entrenadas para responder a estímulos a corto plazo de manera impulsiva.
Muchos usuarios reportan placer inmediato, disminución del estrés y mejora temporal del ánimo, sin embargo, estos efectos a corto plazo pueden tener consecuencias negativas a largo plazo, ya que refuerzan patrones neuropsicológicos conducentes a la satisfacción inmediata mediante recompensas audiovisuales, disminuyendo la capacidad de realizar esfuerzo cognitivo sostenido, y adicionalmente pudiendo convertirse en mecanismos de afrontamiento emocional disfuncional.
Algunos estudios realizados en estudiantes universitarios han mostrado que aquellos con mayor consumo de vídeos cortos presentaban mayores dificultades en tareas que requieren concentración prolongada, manejo del tiempo y regulación emocional. También se ha encontrado que los participantes con mayor adicción a este tipo de plataformas cometieron más errores en tareas de atención sostenida y mostraron mayor variabilidad intraindividual en el tiempo de reacción. La hiperactivación observada en la corteza prefrontal dorsolateral y el cerebelo no se traduce en mejor rendimiento, sino en una sobrecarga del sistema ejecutivo.
Por otro lado, el efecto sobre el sistema nervioso parece estar mediado por rasgos. En usuarios con puntuaciones altas en impulsividad, búsqueda de novedad o baja tolerancia al aburrimiento, los efectos neurocognitivos son mayores. Un rasgo particularmente relevante es la envidia disposicional, entendida como la tendencia estable a experimentar malestar ante el éxito ajeno. Algunos estudios han hallado que este rasgo predice una mayor adicción a vídeos cortos, mediada por la activación de regiones implicadas en la autorreferencia y el procesamiento emocional, como la corteza cingulada posterior y la orbitofrontal. Esto sugiere que el consumo compulsivo no se limita a la búsqueda de entretenimiento, sino que también responde a mecanismos de comparación social disfuncional.
Estudios de neuroimagen estructural han encontrado alteraciones en la corteza orbitofrontal en usuarios con consumo problemático de vídeos cortos. En particular, se ha observado un aumento del volumen de materia gris en esta región, así como en el cerebelo bilateral, implicados en la toma de decisiones, el control de impulsos y la regulación emocional. Estos aumentos podrían reflejar procesos de neuroplasticidad compensatoria o hiperactivación estructural inducidos por el refuerzo dopaminérgico repetido asociado al contenido altamente estimulante de estas plataformas.
A nivel funcional, se ha observado una hiperactividad en reposo de regiones como la corteza prefrontal dorsolateral, el precuneo, la corteza cingulada posterior, el cerebelo y la corteza temporal posterior, todas ellas vinculadas a funciones ejecutivas y regulación emocional. Esta sobreactivación podría representar una demanda aumentada de autorregulación o una respuesta compensatoria ante déficits funcionales. Además, estudios de conectividad cerebral sugieren una posible reorganización funcional: las redes involucradas en el control ejecutivo, como la frontoparietal, podrían mostrar menor activación o eficacia, mientras que la red por defecto tendería a activarse más durante estados de reposo.
Algunos enfoques transcriptómicos recientes han identificado una sobrerrepresentación de genes activos en la adolescencia y en neuronas excitatorias del cerebelo, lo que sugiere una especial vulnerabilidad en esta etapa del desarrollo. Estos resultados señalan que los efectos trascienden el plano funcional, alcanzando niveles estructurales y moleculares. Con todo, es importante entender las limitaciones metodológicas consustanciales a muchos de estos estudios: un número sustancial de los mismos no son experimentales, basándose en diseños transversales y medidas autorreportadas con múltiples factores de confusión (horas de sueño, etc). Por ello, a pesar de que los mecanismos neurobiológicos están bien establecidos, no puede inferirse causalidad a partir de muchos de estos estudios.
Las recompensas audiovisuales inmediatas y repetidas generan cambios en el sistema nervioso que pueden erosionar la capacidad para representar metas a largo plazo que son importantes para la persona. Pero también afectan a la capacidad de regulación emocional, a la construcción de la identidad personal, a las habilidades sociales, etc. Si esta lógica de estimulación inmediata se consolida como vía dominante de gratificación y evasión emocional, se configuran perfiles cognitivos, afectivos y conductuales dominados por el corto plazo. La pérdida del control inhibitorio, pieza clave del funcionamiento ejecutivo, repercute en el rendimiento académico, la regulación emocional y la prevención de conductas problemáticas. Esto compromete no solo la autonomía individual y el intelecto, sino también la integración en contextos educativos, laborales y sociales. Sin embargo, se está haciendo bastante difícil controlar el uso de toda la estructura digital que se ha impuesto sobre el ser humano.
Las plataformas digitales se han construido a partir del análisis de los patrones de interacción de los usuarios para aumentar la captación atencional, las interacciones, y la retención, mediante el diseño estratégico de desplazamiento táctil rápido, retroalimentación inmediata, algoritmos personalizados que adaptan el contenido al usuario, etc. Por otro lado, estas plataformas fuerzan a los usuarios a producir contenidos audiovisuales que favorezcan la interacción, recompensando mediante algoritmos la visibilidad de contenidos basados en transiciones rápidas, mensajes emocionales y efectos visuales que favorezcan el consumo impulsivo, a su vez penalizando la producción de otro tipo de contenidos. Se ha denominado "TikTok brain" al patrón neuropsicológico de gratificación artificial caracterizado por impulsividad, preferencia por la novedad, baja tolerancia a la demora de la recompensa y dificultad para mantener la atención, asemejándose a otros patrones de conducta adictiva.
MECANISMOS ADAPTATIVOS
Algunos estudios han mostrado que el uso prolongado de plataformas basadas en vídeos cortos disminuye el rendimiento en tareas analíticas, especialmente cuando los contenidos son emocionales y el scroll es rápido. Esto implica un aumento del procesamiento automático y una desensibilización de los circuitos corticales asociados al razonamiento, lo que sugiere que se están reforzando sistemas cerebrales que responden de manera impulsiva, lo que podría crear patrones de respuesta que se van estructurando a nivel de conexiones neuronales con el tiempo. Por otro lado, la carga cognitiva de estas plataformas puede saturar la capacidad limitada de la memoria de trabajo, la cual se ve superada por estímulos múltiples y veloces (cambios de escena, música, textos simultáneos, transiciones, señales de respuesta, interacciones, etc) lo que deteriora la atención sostenida y el análisis en profundidad en favor de un procesamiento atencional que se reconfigura hacia señales y respuestas inmediatas.A nivel neurobiológico, estos vídeos y señales asociadas de la plataforma actúan como estímulos que activan respuestas de liberación de dopamina, mediante un ciclo atención a estímulos, activación fisiológica, deseo, activación de respuestas conductuales (interactuar), y placer consumatorio (vídeo divertido, cotilleo, etc). Todos los elementos de este ciclo producen picos fásicos de dopamina creando un ciclo de expectativa, consumación, necesidad de nueva expectativa, etc. Con ello se mantiene la visualización compulsiva, reforzando el ciclo constante de consumación y búsqueda de nuevos estímulos, mediados por picos de dopamina. Esto va creando neuroadaptaciones, una reconfiguración de las neuronas que son entrenadas para responder a estímulos a corto plazo de manera impulsiva.
Muchos usuarios reportan placer inmediato, disminución del estrés y mejora temporal del ánimo, sin embargo, estos efectos a corto plazo pueden tener consecuencias negativas a largo plazo, ya que refuerzan patrones neuropsicológicos conducentes a la satisfacción inmediata mediante recompensas audiovisuales, disminuyendo la capacidad de realizar esfuerzo cognitivo sostenido, y adicionalmente pudiendo convertirse en mecanismos de afrontamiento emocional disfuncional.
NEUROANATOMÍA Y FUNCIONALIDAD
Las funciones ejecutivas son procesos de alto nivel que permiten planificar, inhibir respuestas automáticas, mantener la atención sostenida y cambiar de estrategia cuando es necesario. Estas habilidades dependen en gran parte de la corteza prefrontal, teniendo un papel relevante la región dorsolateral, que coordina la memoria de trabajo, el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva. Las funciones ejecutivas presentan una heredabilidad genética significativa y además no están completamente desarrolladas hasta bien entrada la edad adulta. Esto implica que hay personas genéticamente más vulnerables a las señales estimulantes que otras, y además, que niños y adolescentes son igualmente mas vulnerables al no tener las funciones suficientemente desarrolladas.Algunos estudios realizados en estudiantes universitarios han mostrado que aquellos con mayor consumo de vídeos cortos presentaban mayores dificultades en tareas que requieren concentración prolongada, manejo del tiempo y regulación emocional. También se ha encontrado que los participantes con mayor adicción a este tipo de plataformas cometieron más errores en tareas de atención sostenida y mostraron mayor variabilidad intraindividual en el tiempo de reacción. La hiperactivación observada en la corteza prefrontal dorsolateral y el cerebelo no se traduce en mejor rendimiento, sino en una sobrecarga del sistema ejecutivo.
Por otro lado, el efecto sobre el sistema nervioso parece estar mediado por rasgos. En usuarios con puntuaciones altas en impulsividad, búsqueda de novedad o baja tolerancia al aburrimiento, los efectos neurocognitivos son mayores. Un rasgo particularmente relevante es la envidia disposicional, entendida como la tendencia estable a experimentar malestar ante el éxito ajeno. Algunos estudios han hallado que este rasgo predice una mayor adicción a vídeos cortos, mediada por la activación de regiones implicadas en la autorreferencia y el procesamiento emocional, como la corteza cingulada posterior y la orbitofrontal. Esto sugiere que el consumo compulsivo no se limita a la búsqueda de entretenimiento, sino que también responde a mecanismos de comparación social disfuncional.
Estudios de neuroimagen estructural han encontrado alteraciones en la corteza orbitofrontal en usuarios con consumo problemático de vídeos cortos. En particular, se ha observado un aumento del volumen de materia gris en esta región, así como en el cerebelo bilateral, implicados en la toma de decisiones, el control de impulsos y la regulación emocional. Estos aumentos podrían reflejar procesos de neuroplasticidad compensatoria o hiperactivación estructural inducidos por el refuerzo dopaminérgico repetido asociado al contenido altamente estimulante de estas plataformas.
A nivel funcional, se ha observado una hiperactividad en reposo de regiones como la corteza prefrontal dorsolateral, el precuneo, la corteza cingulada posterior, el cerebelo y la corteza temporal posterior, todas ellas vinculadas a funciones ejecutivas y regulación emocional. Esta sobreactivación podría representar una demanda aumentada de autorregulación o una respuesta compensatoria ante déficits funcionales. Además, estudios de conectividad cerebral sugieren una posible reorganización funcional: las redes involucradas en el control ejecutivo, como la frontoparietal, podrían mostrar menor activación o eficacia, mientras que la red por defecto tendería a activarse más durante estados de reposo.
Algunos enfoques transcriptómicos recientes han identificado una sobrerrepresentación de genes activos en la adolescencia y en neuronas excitatorias del cerebelo, lo que sugiere una especial vulnerabilidad en esta etapa del desarrollo. Estos resultados señalan que los efectos trascienden el plano funcional, alcanzando niveles estructurales y moleculares. Con todo, es importante entender las limitaciones metodológicas consustanciales a muchos de estos estudios: un número sustancial de los mismos no son experimentales, basándose en diseños transversales y medidas autorreportadas con múltiples factores de confusión (horas de sueño, etc). Por ello, a pesar de que los mecanismos neurobiológicos están bien establecidos, no puede inferirse causalidad a partir de muchos de estos estudios.
CONCLUSIÓN, RELEVANCIA CLÍNICA E IMPLICACIONES SOCIALES
La manera más sencilla en la que podemos explicar el sistema nervioso es entenderlo como un sistema adaptativo, lo que implica que las neuronas se reconfiguran según los estímulos que reciben y el trabajo que deben realizar, particularmente en la infancia y en la adolescencia. Si el cerebro recibe constantemente estímulos múltiples y rápidos, se reconfigura para responder a este tipo de estímulos de forma impulsiva. Si el cerebro trabaja en tareas de atención sostenida y razonamiento profundo, se reconfigura para mejorar su eficiencia en tareas de atención sostenida y el razonamiento profundo. Esto impacta en el desarrollo de la inteligencia, del control ejecutivo, de la capacidad de tener propósitos y metas a largo plazo importantes para la vida de la persona, etc. Los vídeos cortos no son formatos neutros ni representan solo un cambio en el estilo de consumo, sino una reconfiguración profunda de los sistemas atencionales, los circuitos de recompensa y las funciones ejecutivas. Determinadas etapas del desarrollo como la adolescencia, y determinados perfiles psicológicos como personas con alta impulsividad o una mayor envidia disposicional, presentan una mayor susceptibilidad a los efectos negativos. En estos casos, se observa una reorganización funcional que refuerza la impulsividad, la búsqueda de gratificación inmediata y la fragmentación atencional.Las recompensas audiovisuales inmediatas y repetidas generan cambios en el sistema nervioso que pueden erosionar la capacidad para representar metas a largo plazo que son importantes para la persona. Pero también afectan a la capacidad de regulación emocional, a la construcción de la identidad personal, a las habilidades sociales, etc. Si esta lógica de estimulación inmediata se consolida como vía dominante de gratificación y evasión emocional, se configuran perfiles cognitivos, afectivos y conductuales dominados por el corto plazo. La pérdida del control inhibitorio, pieza clave del funcionamiento ejecutivo, repercute en el rendimiento académico, la regulación emocional y la prevención de conductas problemáticas. Esto compromete no solo la autonomía individual y el intelecto, sino también la integración en contextos educativos, laborales y sociales. Sin embargo, se está haciendo bastante difícil controlar el uso de toda la estructura digital que se ha impuesto sobre el ser humano.
#redessociales #habitos #dependencias #adicciones
Referencias:
Chen, Y., Li, M., Guo, F., & Wang, X. (2023). The effect of short-form video addiction on users' attention. Behaviour & Information Technology, 42(16), 2893-2910. https://doi.org/10.1080/0144929x.2022.2151512
Chiossi, F., Haliburton, L., Ou, C., Butz, A., & Schmidt, A. (2023). Short-Form Videos Degrade Our Capacity to Retain Intentions: Effect of Context Switching On Prospective Memory. 1-15. https://doi.org/10.1145/3544548.3580778
Gao, Y., Hu, Y., Wang, J., Liu, C., Im, H., Jin, W., Zhu, W., Ge, W., Zhao, G., Yao, Q., Wang, P., Zhang, M., Niu, X., He, Q., & Wang, Q. (2025). Neuroanatomical and functional substrates of the short video addiction and its association with brain transcriptomic and cellular architecture. NeuroImage, 307, 121029. https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2025.121029
Ma, L., & Jiang, Q. (2024). Swiping more, thinking less: Using TikTok hinders analytic thinking. Cyberpsychology: Journal of Psychosocial Research on Cyberspace, 18(3). https://doi.org/10.5817/cp2024-3-1
Ye, J.-H., Zheng, J., Nong, W., & Yang, X. (2025). Potential Effect of Short Video Usage Intensity on Short Video Addiction, Perceived Mood Enhancement ('TikTok Brain'), and Attention Control among Chinese Adolescents. International Journal of Mental Health Promotion, 27(3), 271-286. https://doi.org/10.32604/ijmhp.2025.059929
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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