Nutrición
Coca-Cola ejerce control e influencia en las investigaciones científicas
Recientemente hubo muchas críticas por los conflictos de interés y la falta de transparencia financiera en la investigación médica y científica. Varias corporaciones multinacionales se comprometieron a publicar información sobre los proyectos que financian y desarrollan.
The Coca-Cola Company ha publicado una lista de transparencia de los investigadores que financió desde 2010 hasta 2017. Por ejemplo, en 2015, según una investigación del New York Times Coca-Cola creó el Global Energy Balance Network (GEBN) para desviar la atención del papel que desempeñan las bebidas azucaradas en la obesidad al enfatizar excesivamente el papel de falta de ejercicio como máximo culpable de la obesidad. The British Medical Journal sugirió también que la lista de transparencia era incompleta, y destacó cómo Coca-Cola actúa al utilizar su financiación para influir en todo, desde conferencias hasta posiciones académicas.
Los resultados de la presente investigación de Sarah Steele y colaboradores publicada en Journal of Public Health Policy indican que, aún sin dirigir y controlar la realización diaria de los estudios, Coca-Cola conserva diversos derechos durante todo el proceso de investigación, incluido el poder de terminar los estudios antes de tiempo sin dar razones. Los correos electrónicos que obtuvieron revelan que los socios académicos reconocen la influencia de Coca-Cola en la investigación que financia, incluso cuando no está dirigiendo la investigación.
Coca-Cola puede retener datos, o simplemente rescindir un acuerdo si los hallazgos no son de su interés o si se rechazan sus comentarios y revisiones. Los investigadores encontraron evidencia que sugiere que Coca-Cola ejerce influencia en el diseño, la conducción y la redacción de los estudios, reteniendo los derechos para hacer comentarios y aportar comentarios durante todo el proceso de investigación.
New York Times. Coca-Cola Funds Scientists Who Shift Blame for Obesity Away From Bad Diets. 9/9/2015.
Coca-Cola contracts could allow it to quash unfavourable research findings. BMJ 2019;365:l2102
Coca-Cola and obesity: study shows efforts to influence US Centers for Disease Control. BMJ 2019; 364:l471
The Coca-Cola Company ha publicado una lista de transparencia de los investigadores que financió desde 2010 hasta 2017. Por ejemplo, en 2015, según una investigación del New York Times Coca-Cola creó el Global Energy Balance Network (GEBN) para desviar la atención del papel que desempeñan las bebidas azucaradas en la obesidad al enfatizar excesivamente el papel de falta de ejercicio como máximo culpable de la obesidad. The British Medical Journal sugirió también que la lista de transparencia era incompleta, y destacó cómo Coca-Cola actúa al utilizar su financiación para influir en todo, desde conferencias hasta posiciones académicas.
Los resultados de la presente investigación de Sarah Steele y colaboradores publicada en Journal of Public Health Policy indican que, aún sin dirigir y controlar la realización diaria de los estudios, Coca-Cola conserva diversos derechos durante todo el proceso de investigación, incluido el poder de terminar los estudios antes de tiempo sin dar razones. Los correos electrónicos que obtuvieron revelan que los socios académicos reconocen la influencia de Coca-Cola en la investigación que financia, incluso cuando no está dirigiendo la investigación.
Coca-Cola puede retener datos, o simplemente rescindir un acuerdo si los hallazgos no son de su interés o si se rechazan sus comentarios y revisiones. Los investigadores encontraron evidencia que sugiere que Coca-Cola ejerce influencia en el diseño, la conducción y la redacción de los estudios, reteniendo los derechos para hacer comentarios y aportar comentarios durante todo el proceso de investigación.
New York Times. Coca-Cola Funds Scientists Who Shift Blame for Obesity Away From Bad Diets. 9/9/2015.
Coca-Cola contracts could allow it to quash unfavourable research findings. BMJ 2019;365:l2102
Coca-Cola and obesity: study shows efforts to influence US Centers for Disease Control. BMJ 2019; 364:l471
* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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