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Ayuno intermitente sin reducir calorías: la alimentación restringida en el tiempo puede mejorar la composición corporal

Ainhoa Pérez Escobedo
Ainhoa Pérez Escobedo
Psicóloga, Dietista. Máster Neurociencia ICNS
    Alfonso Bordallo
MPH, MSc.
Una nueva revisión sistemática analiza el efecto de la restricción horaria de la alimentación (TRE) en el sobrepeso y la composición corporal, encontrando un efecto positivo incluso en ausencia de restricción calórica pautada.

FISIOPATOLOGÍA Y MECANISMOS

La restricción horaria de la alimentación (TRE) es una forma de ayuno intermitente basada en limitar la ingesta de alimentos a una ventana específica de horas, generalmente entre 4 y 12 horas. Se ha afirmado que la única ventaja del ayuno intermitente es la creación de un déficit calórico, sin embargo, estudios preclínicos han sugerido que el ajuste cronobiológico puede resultar en cambios en la composición corporal sin la existencia de un déficit energético. Entre los mecanismos propuestos del TRE se incluyen una mayor eficiencia metabólica en las primeras horas del día, mejorías en la sensibilidad a la insulina, inhibición de la lipogénesis nocturna, posible activación de procesos de autofagia inducidos por ayuno prolongado, o la modulación del eje hipotálamo-hipofisario, todos ellos derivados del ajuste de los ritmos circadianos y metabólicos endógenos en respuesta a las ventanas de ingesta.

ESTUDIO

Una revisión sistemática y meta-análisis reciente (Fernandes-Alves et al., 2025) ha evaluado el impacto de la alimentación restringida en el tiempo en adultos con sobrepeso u obesidad, comparando intervenciones con y sin control calórico. Se incluyeron 30 ensayos clínicos aleatorizados, con más de 1300 participantes y ventanas de ingesta entre 4 y 12 horas. En los estudios con un control isocalórico, ambos grupos consumieron una cantidad calórica equivalente, pero solo el grupo de intervención realizó una restricción en las ventanas de ingesta, reduciendo el horario de las comidas. La duración de las intervenciones varió entre 13 días y 12 meses, por lo que se realizaron análisis por subgrupos según isocaloricidad y duración. Los desenlaces principales fueron peso corporal, masa grasa, masa libre de grasa, IMC y circunferencia de cintura.

RESULTADOS PRINCIPALES

La alimentación restringida en el tiempo mostró una reducción significativa del peso corporal en estudios isocalóricos respecto al grupo de control, lo que sugiere un efecto cronobiológico sobre la composición corporal. El efecto fue mayor cuando no hubo control isocalórico, lo que sugiere que el efecto es mayor cuando el TRE se acompañó de déficit calórico respecto al grupo control. Asimismo, se observó una disminución de la masa grasa y de la masa libre de grasa. No se encontraron diferencias consistentes entre las franjas horarias elegidas como ventanas de restricción, aunque algunas intervenciones centradas en las primeras horas del día mostraron mejores resultados en estudios individuales. Los análisis por subgrupos según duración de la intervención, tipo de dieta de control y características basales estuvieron restringidos por el bajo número de estudios en varias categorías. A pesar de ello, el perfil de seguridad fue favorable, sin eventos adversos graves ni diferencias en la tasa de abandono entre grupos. Finalmente, la adherencia fue alta en los estudios que aplicaron protocolos estructurados y brindaron acompañamiento dietético.

CONCLUSIÓN Y RELEVANCIA CLÍNICA

En conjunto, este meta-análisis sugiere la alimentación restringida en el tiempo mejora la composición corporal y reduce el peso corporal, sin que exista necesariamente restricción calórica. Si bien el efecto mostrado tiende a ser modesto, los hallazgos son consistentes con la hipótesis de que los horarios de ingesta actúan como modulador del metabolismo energético, en línea con evidencia emergente sobre la interacción entre ritmos circadianos y regulación metabólica. No obstante, encontramos limitaciones metodológicas importantes. A pesar del número de estudios incluídos en la búsqueda, el meta-análisis se realizó sobre un número de comparaciones y una población aún limitada, proveniente de estudios generalmente pequeños. Asimismo, por diseño, es difícil el control del riesgo de sesgo por desviaciones de la intervención debido a la dificultad intrínseca del cegamiento en este tipo de estudios. Existe una heterogeneidad sustancial, aunque hace referencia a las diferencias en las estimaciones de los distintos estudios más que a discrepancias en la dirección del efecto, que puede explicarse por las diferencias entre estudios en cuanto a duración, diseño y ventanas horarias. Por otro lado, el análisis de subgrupos estuvo limitado por el número reducido de estudios en ciertas categorías, y no todos los ensayos disponibles pudieron ser incorporados al meta-análisis por falta de datos compatibles con el análisis. Adicionalmente, la calidad de la evidencia es de baja a moderada para varios desenlaces clave. No obstante, estudios realizados con animales en condiciones controladas muestran un efecto del TRE en la composición corporal consistente con un efecto cronobiológico independiente a la ingesta calórica. Futuros estudios son aún necesarios para dar mayor fiabilidad a estos resultados, con diseños más robustos que minimicen el riesgo de sesgo consustancial a la complejidad de este tipo de intervenciones. Con todo, esperamos un efecto en general modesto. Por ello, el manejo del sobrepeso debe realizarse en conjunto con otros aspectos de ajuste dietético y metabólico para producir efectos clínicamente más relevantes.
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Referencias:
Fernandes-Alves, D et al, 2025. Systematic review and meta-analysis of randomized clinical trials comparing time-restricted eating with and without caloric restriction for weight loss. Nutrition Reviews, 00(00), 1–24. https://doi.org/10.1093/nutrit/nuaf053

* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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