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40.000 muertes anuales en la UE se deben a contaminación interior por cocinas de gas.

La cocción con gas representa una de las principales fuentes de contaminación del aire en interiores, al liberar contaminantes como dióxido de nitrógeno (NO₂), monóxido de carbono, formaldehído y partículas ultrafinas, entre otros compuestos químicos. Estos contaminantes están asociados con efectos adversos para la salud, como un mayor riesgo de enfermedades cardiopulmonares, hospitalizaciones y un incremento en la mortalidad. En la Unión Europea y el Reino Unido, aproximadamente un tercio de los hogares emplean gas para cocinar, lo que eleva la exposición a estos contaminantes, especialmente en espacios con ventilación deficiente.

Un estudio reciente (Delgado-Saborit et al., 2024) abarcando a 180 millones de personas en Europa y Reino Unido, ha estimado los riesgos asociados a distintas concentraciones de dióxido de nitrógeno en interiores. Las estimaciones combinaron datos de estudios previos y mapas de contaminación ambiental proporcionados por la Agencia Europea del Medio Ambiente. Adicionalmente, se integraron datos demográficos, epidemiológicos y de uso de gas, provenientes de Eurostat y el Global Burden of Disease. Se consideraron factores como condiciones de ventilación, tipo de combustible, diferencias regionales, urbanas y rurales, y características demográficas.

Los resultados estimaron aproximadamente 40.000 muertes prematuras y 77.000 años de vida perdidos anualmente en la Unión Europea y Reino Unido. Además, se asoció con más de un millón de casos de asma, más de la mitad de ellos en población pediátrica. Países como Italia, Polonia, Rumania, Francia y el Reino Unido como los más afectados. Los niveles de exposición al dióxido de nitrógeno variaron significativamente según las características del hogar, el entorno y las condiciones de ventilación. Las concentraciones más elevadas se detectaron en hogares urbanos con ventilación insuficiente, superando frecuentemente las directrices internacionales de calidad del aire interior. Aspectos como la duración de la exposición, el tipo de gas utilizado y las condiciones ambientales locales también influyeron en los niveles de contaminación y sus consecuencias.

En conclusión, este estudio muestra que la cocción con gas es una fuente importante de contaminación del aire en interiores, con repercusiones significativas en la salud. Los hallazgos subrayan la relación con las características del hogar, y la relación dosis-respuesta, donde pequeñas reducciones en los niveles de exposición al NO₂ podrían generar importantes beneficios para la salud. Debido a que la contaminación en interiores se asocia a una morbimortalidad sustancial, los autores proponen reforzar la regulación ambiental mediante estándares más estrictos de calidad del aire interior, similares a los aplicados al aire exterior. Aunque se consideraron variables como la ventilación y las condiciones ambientales, el estudio tiene algunas limitaciones, como la dificultad para controlar completamente factores de confusión como las características del hogar o la exposición a otros contaminantes de la combustión del gas no medidos, además de la variabilidad en las mediciones de exposición. En general la falta de datos experimentales podría haber subestimado la toxicidad en interiores, por tanto, se requiere investigación adicional para mejorar las estimaciones y explorar otros impactos en la salud. No obstante, este análisis constituye una base sólida para abordar un problema subestimado como es la contaminación en interiores.
Referencias:
Delgado-Saborit, J. M., et al, 2024. Assessment of the health impacts and costs associated with indoor nitrogen dioxide exposure related to gas cooking in the European Union and the United Kingdom. Universitat Jaume I, Castellón de la Plana, España. https://repositori.uji.es/server/api/core/bitstreams/ddfd7cb7-32b6-...

* Las noticias publicadas sobre estudios no suponen un posicionamiento oficial de ICNS, ni una recomendación clínica.
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